Asimismo, yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel. (Salmos 71:22) El hombre siempre ha expresado sus emociones a través del canto y música instrumental. Por las escrituras, podemos deducir que Dios disfruta de la música. Dios dice en Salmos 50:23: “El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenaré su camino, le mostraré la salvación de Dios”. Es por medio de Dios que cada hombre recibe inspiración, talento e inteligencia para aprender un oficio, no es que el ser humano nace dotado, Jesús coloca sobre cada quien un don diferente para desarrollarse en la tierra, y nada mejor que tú, sabiendo lo bueno que Dios ha sido contigo, puedas colocar a su disposición todo lo que sabes, la alabanza y adoración no consiste en solo entonar una canción, la Adoración es una expresión de corresponder al amor de Dios por ti y lo puedes hacer con todo tu cuerpo, hay quienes danzan, saltan, gritan se postran, y están también aquellos que le colocan la armonía a todo, por lo tanto, es sumamente importante que consagres tu vida a Dios para que cada vez que toques algún instrumento ese sonido pueda ser agradable delante de la Presencia del Padre Eterno, cuida tu corazón, que tu verdadera motivación sea exaltar al Todo Poderoso y no ser visto por los hombres, dale la gloria a Dios en todo lo que hagas y sé un vaso de honra en sus manos, en el cual él se deleite al escucharte, y recuerda ante todas las cosas, que todo el conocimiento que tienes y capacidades se trata de Jesús, por eso mantente íntegro y genuino, dispuesto para toda buena obra.
Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel.
Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.
Y cuando había entrado, tocó el cuerno en el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y él iba delante de ellos.
Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.
Cantad salmos a Jehová con arpa; Con arpa y voz de cántico.
Aclamad con trompetas y sonidos de bocina, Delante del rey Jehová.
Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.
Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa.
Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.
Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.
Y de la madera de sándalo hizo el rey balaustres para la casa de Jehová y para las casas reales, arpas también y salterios para los cantores; nunca vino semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy.
De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas y trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas.
Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.
Vieron tus caminos, oh Dios; Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
Los cantores iban delante, los músicos detrás; En medio las doncellas con panderos.
Para la dedicación del muro de Jerusalén, buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén, para hacer la dedicación y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras.
Asimismo dijo David a los principales de los levitas, que designasen de sus hermanos a cantores con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, que resonasen y alzasen la voz con alegría.
Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.
¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa?