En la siguiente historia, una joven detalla su experiencia de cómo entendió la importancia de tener cuidado al usar sus palabras:
«Iba hoy en el ómnibus y vi a una joven hermosa de cabellos de oro. La envidié, me pareció tan feliz y deseé ser tan preciosa como ella. De pronto se levantó de su asiento para bajar. Y entonces, cuando iba por el pasillo, vi que tenía unos duros aparatos de acero. Era una víctima de la poliomielitis. Pero al pasar junto a mí sonrió. ¡Oh, Dios perdóname que me haya quejado! Tengo útiles mis dos pies. El mundo es mío.
Me detuve a comprar unos dulces. El muchacho que vendía tenía cierto atractivo. Me puse a conversar con él. Y me dijo: Qué gusto da conversar con personas como usted. Yo soy ciego.¡Oh, Dios, perdóname mis quejas! Tengo mis dos ojos. El mundo es mío.
Caminando por la calle vi a un niño de hermosos ojos azules. Miraba a los otros jugar. Parecía que no sabía qué hacer. Me detuve y le dije: ¿Por qué no vas a jugar con los otros, hijito? Siguió mirando el juego sin contestar palabras, y entonces me di cuenta de que era sordo. ¡Oh, Dios, perdóname que me haya quejado! Tengo mis dos oídos.
El mundo es mío: con pies que me llevan a donde yo quiero, con ojos para ver la gloria del crepúsculo, con oídos para oír lo que deseo saber. ¡Oh, Dios, perdóname si aún me quejo! Tú me has enriquecido. El mundo es mío.
«Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.» Mateo 12:37
En las Escrituras, las palabras están estrechamente relacionadas con la condición del corazón. Si bien es cierto que en el contexto de este versículo Jesús está hablando en referencia a los religiosos y el uso indebido de las palabras que ellos hablaban porque no vivían lo que profesaban, también puede aplicar a aquella condición del corazón que va en contra de la voluntad de Dios y que se refleja a través de las palabras.
«Es decir, las "palabras" son la indicación de los verdaderos principios del corazón; por "palabras" se conocerá el corazón, como lo es el árbol por su fruto. Si son verdaderas, apropiadas, castas, instructivas, piadosas, demostrarán que el corazón tiene razón. Si son falsos, envidiosos, malignos e impíos, demostrarán que el corazón está equivocado y, por lo tanto, estarán entre las causas de la condena. No significa que las palabras serán lo único que condenará al hombre, sino que serán una parte importante de las cosas por las cuales será condenado.» Albert Barnes
Hoy Dios te invita a evaluar tu corazón a través de tus palabras, de modo que puedas ver la calidad de tus frutos.
Padre bueno, te doy gracias por este día, por tu amor, por tu misericordia. Gracias por esta palabra que me permites aprender para que yo pueda entender la importancia de tener medir mis palabras al momento de compartir el mensaje de salvación, ideas, pensamientos, emociones, etc. Por eso te pido que desarrolles en mí el anhelo de aprender tu Palabra, aprovechar cada segundo para estar en comunión contigo, y enriquecer mi intelecto con información de bendición, pues ésto me ayudará a renovar mi mente, mi ser, lo que me permitirá hablar como conviene y actuar con integridad de modo de que se pueda evidenciar acciones de buen fruto para bendición de mi vida, la vida de los de mi entorno y para tu gloria. En el nombre de Jesús. Amen.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Ver CapítuloLas palabras que digas te absolverán o te condenarán».
Ver CapítuloTus propias palabras te justificarán, y son tus palabras también las que te harán condenar.
Ver Capítuloporque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.
Ver CapítuloPorque tus palabras te justificarán y tus palabras te condenarán'.
Ver CapítuloDios juzgará a cada uno de acuerdo con sus palabras: si dijeron cosas buenas se salvarán, pero si dijeron cosas malas serán castigados.»
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