Mateo 8:27 - La Biblia Textual 3a Edicion

²⁷ Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Quién° es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Higit pang mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁷ Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁷ Los discípulos quedaron asombrados y preguntaron: «¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁷ Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: '¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?'

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁷ Los hombres quedaron admirados y se preguntaban: '¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y la mar le obedecen?'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁷ Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Mateo 8:27 Mga Krus na Reperensya

Marcos 7:37

Y se maravillaban en gran manera, diciendo: ¡Todo ha hecho bien! ¡Hace oír a los sordos y hablar a los mudos!

Marcos 6:51

Y subió junto a ellos en la barca, y se calmó el viento; y se asombraban en gran manera,°

Marcos 1:27

Y todos se maravillaron, y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Una nueva doctrina autoritativa?° ¡Aun a los espíritus inmundos manda, y le obedecen!

Mateo 15:31

Y la muchedumbre se asombró al ver a los mudos hablando, a los lisiados sanos, a los cojos andando, y a los ciegos viendo. Y glorificaron al Dios de Israel.

Mateo 14:33

Y los que estaban en la barca° lo adoraron, diciendo: Verdaderamente Tú eres el Hijo de Dios.

Mateo 8:10

Al oírlo, Jesús se maravilló y dijo a los que lo seguían: De cierto os digo, ni aun en Israel he hallado tanta fe.

Mateo 8:26

Les dice: ¡Hombres° de poca fe!, ¿por qué estáis temerosos? Y se levantó y reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una calma absoluta.°

Mateo 8:28

Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, furiosos en extremo; tanto que nadie podía pasar por aquel camino.