Éxodo 10:20 - La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no dejó partir a los hijos de Israel.

Higit pang mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Pero el Señor nuevamente endureció el corazón del faraón, por lo cual no dejó salir al pueblo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ Pero Yavé hizo que Faraón continuara en su porfía y no dejara salir a Israel.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Pero endureció Yahveh el corazón del Faraón, que no dejó partir a los israelitas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁰ Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel.

Éxodo 10:20 Mga Krus na Reperensya

Éxodo 4:21

pues YHVH había dicho a Moisés: Cuando vuelvas a Egipto considera todos los prodigios que he puesto en tu mano, y los harás en presencia de Faraón, aunque Yo mismo endureceré su corazón, y no dejará ir al pueblo.

Éxodo 11:10

Y Moisés y Aarón hicieron todos aquellos prodigios ante Faraón. Pero YHVH había endurecido el corazón de Faraón y no dejaba salir de su país a los hijos de Israel.

Deuteronomio 2:30

Pero Sehón, rey de Hesbón, no consintió en dejarnos pasar por allí, porque YHVH tu Dios había endurecido su espíritu e hizo obstinado su corazón, a fin de entregarlo en tu mano, como se ve en este día.

Romanos 9:18

Así, pues, del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.°

Éxodo 9:12

Pero YHVH endureció el corazón de Faraón y no los escuchó, según YHVH había predicho a Moisés.

Éxodo 10:19

Y YHVH cambió por un viento del mar muy fuerte y se llevó la langosta y la arrojó en el Mar Rojo. No quedó ni una langosta en todo el territorio de Egipto.

Éxodo 10:27

Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no consintió en dejarlos partir.

Éxodo 3:19

Sin embargo, Yo sé que el rey de Egipto no os dejará partir, sino forzado° por mano poderosa.

Éxodo 10:1

YHVH dijo a Moisés: Ve a Faraón, pues Yo he hecho endurecer su corazón y el corazón de sus siervos, para dar en medio de ellos estas señales mías.