Biblia Todo Logo
Online na Bibliya

- Mga patalastas -





Lucas 7:40 - Nueva Biblia Española (1975)

40 Jesús tomó la palabra y le dijo: Simón, tengo algo que decirte. El respondió: Dímelo, Maestro.

Tingnan ang kabanata Kopya


Higit pang mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.

Tingnan ang kabanata Kopya

Biblia Nueva Traducción Viviente

40 Entonces Jesús respondió a los pensamientos del fariseo: —Simón —le dijo—, tengo algo que decirte. —Adelante, Maestro —respondió Simón.

Tingnan ang kabanata Kopya

Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Pero Jesús, tomando la palabra, le dijo: 'Simón, tengo algo que decirte. Simón contestó: 'Habla, Maestro. Y Jesús le dijo:'

Tingnan ang kabanata Kopya

La Biblia Textual 3a Edicion

40 Jesús, tomando la palabra, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Él dice: Di, Maestro.

Tingnan ang kabanata Kopya

Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Entonces tomó Jesús la palabra y le dijo: 'Simón, tengo que decirte una cosa'. Y él contestó: 'Dime, Maestro'.

Tingnan ang kabanata Kopya




Lucas 7:40
16 Mga Krus na Reperensya  

Y añadió: Tengo que decirte una cosa. Betsabé contestó: Dila.


Acuden a ti en tropel y mi pueblo se sienta delante de ti; escuchan tus palabras, pero no las practican; con la boca dicen lisonjas, pero su ánimo anda tras el negocio.


'Honre el hijo a su padre, el esclavo a su amo'. Pues si yo soy padre, ¿dónde queda mi honor?; si yo soy dueño, ¿dónde queda mi respeto? El Señor de los ejércitos les habla a ustedes: '¡Sacerdotes que menosprecian mi nombre!'. Objetan: '¿En qué despreciamos tu nombre?'.


Se acercó en seguida a Jesús y le dijo: ¡Salud, Maestro! Y lo besó con insistencia.


Aquel día muchos me dirán: 'Señor, Señor, ¡si hemos profetizado en tu nombre y echado demonios en tu nombre y hecho muchos milagros en tu nombre!'.


Un magistrado le preguntó: Maestro insigne, ¿qué tengo que hacer para heredar vida eterna?


Pero Jesús, dándose cuenta de cómo razonaban, les contestó: ¿Qué andan pensando?


Jesús les replicó: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.


Pero él, conociendo sus intenciones, dijo al hombre del brazo paralizado. Levántate y ponte ahí en medio. El hombre se levantó y se quedó en pie.


Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí mismo: Este, si fuera profeta, sabría quién es y qué clase de mujer la que lo está tocando: una pecadora.


Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía veinte mil pesos y el otro dos mil.


Ustedes me llaman Maestro y Señor, y con razón, porque lo soy.


Dentro de poco dejarán de verme, pero un poco más tarde me verán aparecer'?


Ahora sabemos que lo sabes todo y que no necesitas que nadie te haga preguntas. Por eso creemos que procedes de Dios.


Este fue a verlo de noche y le dijo: Señor mío, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, pues nadie puede realizar las señales que tú estás realizando si Dios no está con él.


Sundan mo kami:

Mga patalastas


Mga patalastas