Online na Bibliya

Mga patalastas


Ang buong bibliya Lumang Tipan Bagong Tipan




Jueces 19:8 - La Biblia Textual 3a Edicion

Al quinto día madrugó y se dispuso a partir, pero el padre de la joven le dijo: Te ruego que confortes tu corazón, y esperes hasta que el día decline. Y ambos comieron juntos.

Tingnan ang kabanata
Ipakita Interlinear Bible

Higit pang mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Al quinto día, levantándose de mañana para irse, le dijo el padre de la joven: Conforta ahora tu corazón, y aguarda hasta que decline el día. Y comieron ambos juntos.

Tingnan ang kabanata

Biblia Nueva Traducción Viviente

A la mañana del quinto día, el hombre se levantó temprano nuevamente, listo para partir, pero una vez más el padre de la joven le dijo: «Come algo; después podrás irte esta tarde». Así que se pasaron otro día de festejo.

Tingnan ang kabanata

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al quinto día, como se levantara muy temprano para irse, el padre de la joven le dijo: 'Repón tus fuerzas, espera la caída de la tarde'. Comieron los dos juntos.

Tingnan ang kabanata

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al quinto día se levantó de madrugada para partir; pero el padre de la joven le dijo: 'Reconforta, por favor, tu corazón'. Así aguardaron hasta el declinar del día y comieron juntos.

Tingnan ang kabanata

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y al quinto día levantándose de mañana para irse, le dijo el padre de la joven: Te ruego que confortes ahora tu corazón. Y se detuvieron hasta que ya declinaba el día, y comieron ambos juntos.

Tingnan ang kabanata

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Al quinto día se levantó muy temprano, decidido a salir, pero su suegro le dijo otra vez que comiera algo y se quedara hasta la tarde. Así que los dos se sentaron a comer juntos.

Tingnan ang kabanata
Iba pang mga pagsasalin



Jueces 19:8
4 Mga Krus na Reperensya  

Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre.


Y sucedió que al cuarto día madrugaron muy de mañana, y él se preparó para partir, pero el padre de la joven dijo a su yerno: Sustenta antes° tu corazón con un bocado de pan, y después os marcharéis.


Con todo, el hombre se levantó para irse, pero su suegro le insistió, y volvió a pernoctar allí.


Y cuando el hombre se levantó para partir, él y su concubina y su criado, su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí que ya está anocheciendo. Quédate, te lo ruego, toda la noche. Mira, el día llega a su fin; pasa aquí la noche y alégrese tu corazón. Mañana emprenderéis temprano vuestro viaje, y te irás a tu tienda.