Biblia Todo Logo
Biblia ya mtandaoni
- Matangazo -





Habacuc 2:19 - La Biblia Textual 3a Edicion

19 ° ¡Ay del que dice al leño: Despierta, y a la piedra muda: Levántate! ¿Acaso ésta puede enseñar? He aquí está recubierto de oro y plata, pero no hay espíritu en él.°

Tazama sura Nakili


Matoleo zaidi

Biblia Reina Valera 1960

19 ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él.

Tazama sura Nakili

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 ¡Qué aflicción te espera a ti que les dices a ídolos de madera: “Despierten y sálvennos!”. A imágenes de piedra, mudas, dices: “¡Levántense y enséñennos!”. ¿Podrá un ídolo decirte qué hacer? Aunque estén recubiertos de oro y plata, por dentro no tienen vida.

Tazama sura Nakili

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Ay del que dice a un palo: '¡Despierta!', y a una piedra muda: '¡Levántate!' ¿Puede dar alguna respuesta? Por más que esté cubierta de oro y plata, no abriga ningún espíritu.

Tazama sura Nakili

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 ¡Ay de quien dice al leño: 'Despierta', a una piedra silenciosa: 'Levántate!'. ¿Responderán acaso? Mirad: está revestido de oro y plata, pero no hay en él señal de vida.

Tazama sura Nakili

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 ¡Ay del que dice al palo; Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él.

Tazama sura Nakili




Habacuc 2:19
27 Marejeleo ya Msalaba  

Los ídolos de las naciones son plata y oro, Hechura de manos de hombre:


Tienen oídos, y no oyen, Tienen nariz, y no respiran.


¡Sean avergonzados todos los que sirven a imágenes talladas, Y cuantos se glorían en los ídolos! ¡Póstrense ante Él todos los dioses!


Los muertos no vivirán, Las sombras no se alzarán,° Por cuanto Tú los juzgaste y los destruiste, E hiciste perecer su memoria.


°¿La estatua que funde el escultor y el orfebre recubre de oro, Y el platero le suelda cadenillas de plata?


¿Quién anunció esto de antemano para que lo sepamos, Por adelantado, para que digamos: Tiene razón? Ciertamente ninguno lo declara, Ninguno lo predice, No hubo nadie que oyera vuestro discurso.


Con el resto se hace una imagen de dios, se postra ante él, lo adora y le ruega: Líbrame, que tú eres mi dios.


Sacan oro de la bolsa, pesan plata en la balanza, Contratan a un orfebre que haga de ello un dios, Se postran y lo adoran,


Las piedras lisas del torrente serán tu herencia, ellas serán tu suerte, Porque a ellas has derramado libaciones y ofrecido sacrificios. ¿Y me aplacaré con tales cosas?


Necio el hombre que no sabe esto. Cada fundidor será avergonzado en su misma escultura, Porque sus imágenes de fundición son mentira, Y no hay hálito en ellas.


Porque las costumbres de los pueblos son vanidad: Pues se corta un árbol del bosque, La mano de artífice lo labra con herramienta,


Lo adorna con plata y oro, Lo sujetan con clavos y martillos para que no se tambalee.


Se trae plata laminada de Tarsis y oro de Ufaz; Se labra por el artífice, Se labra por mano del fundidor, De azul y de púrpura° es su vestido: Todo ello hechura de hábil artesano.°


Que dicen al leño: ¡Tú eres mi padre! Y a la piedra: ¡Tú me has dado a luz! Pues me han dado la espalda, y no la cara, Pero en el tiempo de su desgracia me dicen: ¡Levántate y sálvanos!


Pero, ¿dónde están los dioses que te hiciste? ¡Levántense y sálvente ellos en el tiempo de tu calamidad! Pues como el número de tus ciudades, oh Judá, Así ha sido el número de tus dioses.


El hombre que no entiende esto, Con su conocimiento se embrutece. Todo orfebre se avergonzará de su ídolo Porque sus ídolos de fundición son un engaño, Y no hay hálito en ellos;


Porque vienen días en que Yo destruiré los ídolos de Babilonia, y toda su tierra será humillada, y los caídos yacerán en medio de ella.


El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro de sesenta codos de altura y seis codos de ancho, y la hizo levantar en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia.


y aunque no lo haga, oh rey, entiende que tampoco daremos culto a tus dioses, ni nos postraremos ante la estatua que hiciste levantar.


Decreto pues, que todo pueblo, nación o lengua que profiera blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar, por cuanto no hay dios que pueda librar como Éste.


Por lo cual, al momento en que los diversos pueblos oyeron el son de la corneta y del silbato, del tamboril, del arpa y del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, los pueblos de toda nación y lengua se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había hecho levantar.


Antes bien, te has ensoberbecido contra el Señor de los cielos, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas estáis bebiendo en ellos, y además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni saben, pero al Dios en cuya mano está tu aliento, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.


Y apurando el vino, alababan a los dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de piedra y madera,


Temieron los marineros, y cada cual clamaba a su dios, y echaron la carga al mar para aligerar la nave. Entre tanto, Jonás había bajado al fondo de la nave, y habiéndose acostado, dormía profundamente.


Siendo pues linaje de Dios, no debemos suponer que la Divinidad sea° semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.


Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro° y piedras preciosas y perlas, sosteniendo en su mano una copa de oro° llena de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación;


Tufuate:

Matangazo


Matangazo