Ezequiel 10:11 - La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ para poder rodar en las cuatro direcciones sin tener que girar al rodar, pues ya de antemano estaban orientadas en la dirección en que debían rodar, y al avanzar no se volvían.

Matoleo zaidi

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; ni se volvían cuando andaban.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Los querubines podían avanzar de frente en las cuatro direcciones, sin girar mientras se movían. Iban derecho en la dirección que tuvieran frente a ellos y nunca se desviaban.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Podían pues ir sin volverse a los cuatro puntos cardinales, iban sin darse vuelta en la misma dirección hacia donde miraba la cara del querubín.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Cuando andaban, andaban hacia las cuatro direcciones; no giraban al andar, porque caminaban hacia el lugar adonde estaba orientada su cabeza, sin girar al andar.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹¹ Cuando andaban, sobre sus cuatro lados andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; no se volvían cuando andaban.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹¹ Podían girar en cualquier dirección, sin tener que darse vuelta. Eso permitía que los seres siempre pudieran avanzar de frente.

Ezequiel 10:11 Marejeleo ya Msalaba

Ezequiel 1:17

para poder rodar en las cuatro direcciones sin tener que girar cuando rodaban.

Ezequiel 1:20

Iban adondequiera el espíritu los movía, y hacia donde los llevaba el espíritu, las ruedas se alzaban junto con ellos, porque las ruedas llevaban el espíritu de los seres vivientes.

Ezequiel 1:8

Por debajo de sus alas tenían brazos humanos a los cuatro lados, y los cuatro tenían sus caras y sus alas.

Ezequiel 10:10

En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían una misma semejanza, pero su hechura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra

Ezequiel 10:22

La semejanza de sus rostros era la de los rostros que yo había visto junto al río Quebar: su misma apariencia y esencia; y cada uno avanzaba de frente.