1 Crónicas 20:8 - La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Éstos fueron los descendientes de Rafaim en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.

Matoleo zaidi

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Estos eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Estos filisteos eran descendientes de los gigantes de Gat, pero David y sus guerreros los mataron.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Estos son los que descendían de Rafá de Gat, que murieron en manos de David y de sus tropas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Estos hombres eran descendientes de Rafá, de Gat, y sucumbieron a mano de David y de sus servidores.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁸ Estos fueron hijos del gigante de Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁸ Estos gigantes eran de la familia de Refá, el de Gat, pero David y sus oficiales los mataron.

1 Crónicas 20:8 Marejeleo ya Msalaba

2 Samuel 21:16

E Isbi-benob, que era uno de los hijos de Rafah,° cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y estaba ceñido con una espada° nueva, se dispuso a matar a David.

2 Samuel 21:22

Estos cuatro eran hijos de Rafah en Gat, y cayeron por la mano de David, y por la mano de sus siervos.°

1 Crónicas 20:7

Y cuando desafió a Israel, lo mató Jonatán ben Simea, hermano de David.

1 Crónicas 21:1

Entonces Satán° se levantó contra Israel, e incitó a David a hacer un censo de Israel.

Eclesiastés 9:11

Me volví y vi debajo del sol que la carrera no es de los veloces, ni la batalla de los fuertes, ni de los sabios el pan, ni de los inteligentes la riqueza, ni de los elocuentes el favor, sino que un tiempo y una suerte alcanzan a todos ellos.

Jeremías 9:23

Así dice YHVH: No se alabe el sabio en su sabiduría, Ni se alabe el valiente en su valentía, Ni se alabe el rico en sus riquezas.

Romanos 8:31

¿Qué, pues, diremos a estas cosas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?

Josué 14:12

Ahora pues, dame esta región montañosa, de la cual habló YHVH aquel día; porque tú mismo oíste aquel día que los anaceos estaban allí, así como ciudades grandes y fuertes. Quizás YHVH esté conmigo y yo pueda expulsarlos, tal como YHVH habló.