Héfer tuvo un hijo: Selofhad. Selofhad no tuvo hijos, sino hijas: Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá.
Números 27:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Había en Israel un hombre llamado Selofhad, que era hijo de Héfer, nieto de Galaad, y bisnieto de Maquir. Todos ellos eran de la tribu de Manasés, el hijo de José. Selofhad tenía cinco hijas que se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día las hijas de Zelofehad —Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa— presentaron una petición. Zelofehad, su padre, era descendiente de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, hijo de José. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo de Jefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, que fue hijo de José. Sus nombres eran: Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. La Biblia Textual 3a Edicion Se acercaron entonces las hijas de Zelofejad ben Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés ben José, cuyos nombres eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Acercáronse entonces las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José. Se llamaban Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron; |
Héfer tuvo un hijo: Selofhad. Selofhad no tuvo hijos, sino hijas: Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá.
En cierta ocasión, ellas fueron a la entrada del santuario para hablar con Moisés, Eleazar, los jefes del pueblo y todos los israelitas. Y les dijeron:
Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.