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Juan 11:35 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Jesús se puso a llorar,

Tazama sura
Onyesha Interlinear Bible

Matoleo zaidi

Biblia Reina Valera 1960

Jesús lloró.

Tazama sura

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jesús lloró.

Tazama sura

Biblia Católica (Latinoamericana)

Y Jesús lloró.

Tazama sura

La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús lloró.

Tazama sura

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús rompió a llorar.

Tazama sura

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Jesús lloró.

Tazama sura
Tafsiri zingine



Juan 11:35
17 Marejeleo ya Msalaba  

Tan conmovido quedó José al ver a su hermano, que salió de prisa, entró en su cuarto y se echó a llorar.


Al contrario, he llorado con los que sufren, y me he dolido con los pobres.


Me dan ganas de llorar cuando veo que nadie los cumple.


Todos lo despreciaban y rechazaban. Fue un hombre que sufrió el dolor y experimentó mucho sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo; lo despreciamos y no lo tuvimos en cuenta.


No fue un enviado suyo el que los salvó, sino Dios en persona. Él los libró por su amor y su misericordia; los levantó en sus brazos, como siempre lo había hecho.


Si por causa de su orgullo ustedes no obedecen, lloraré amargamente y en secreto, hasta que ya no pueda más, porque ustedes, pueblo de Dios, serán llevados presos a una nación lejana.


»Tú, Jeremías, diles de mi parte: “Día y noche lloraré sin cesar porque mi pueblo preferido ha sufrido una terrible desgracia; ¡ha recibido una herida muy grave!


1 (8.23) »¡Quisiera tener lágrimas suficientes, para llorar día y noche por los muertos de mi pueblo!


Ruedan por mis mejillas lágrimas que no puedo contener. Cerca de mí no hay nadie que me consuele y me reanime. Mi gente no puede creer que el enemigo nos haya vencido.


Jesús estaba muy cerca de la ciudad de Jerusalén, y la gente que lo escuchaba creía que el reino de Dios comenzaría de inmediato.


Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, lloró


Cuando Jesús vio que María y los judíos que habían ido con ella lloraban mucho, se sintió muy triste y les tuvo compasión.


Les preguntó: —¿Dónde sepultaron a Lázaro? Ellos le dijeron: —Ven Señor; aquí está.


El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, solo que Jesús nunca pecó. Por eso, él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios.