8 (9) Dios está muy enojado y está listo para castigar. Cuando pierda la paciencia, dará rienda suelta a su enojo y todos los malvados de la tierra tendrán su merecido.
Apocalipsis 15:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Uno de los cuatro seres vivientes le dio una copa llena de vino a cada uno de los ángeles. Las siete copas de vino representaban el enojo de Dios, quien vive para siempre. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces uno de los cuatro seres vivientes le entregó a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena de la ira de Dios, quien vive por siempre y para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de los cuatro Vivientes entregó a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por siglos sin fin. La Biblia Textual 3a Edicion Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira del Dios que vive por los siglos de los siglos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira del Dios que vive por los siglos de los siglos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por siempre jamás. |
8 (9) Dios está muy enojado y está listo para castigar. Cuando pierda la paciencia, dará rienda suelta a su enojo y todos los malvados de la tierra tendrán su merecido.
El Dios de Israel me dijo: «Jeremías, esta copa que tengo en la mano representa mi enojo. Tómala y haz que beban de ella todas las naciones a las que voy a enviarte.
Porque todos hablan de lo bien que ustedes nos recibieron, y cuentan cómo ustedes dejaron de adorar ídolos para adorar y servir al Dios vivo y verdadero.
y estoy vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre, y tengo poder sobre la muerte.
y juró por Dios que diría la verdad. Dijo: «Dios ya no esperará más. Cuando el séptimo ángel toque su trompeta, Dios hará todo lo que había planeado y mantenía en secreto. Hará todo lo que ya había dicho a sus servidores los profetas.» Y el ángel juró por el Dios que vive para siempre y que creó el universo.
Dios se enojará mucho y lo castigará duramente. No será un castigo suave, sino que lo hará sufrir con fuego y azufre ardiente, y los santos ángeles y el Cordero lo verán sufrir su castigo.
Vi en el cielo algo extraordinario: siete ángeles con las últimas siete plagas terribles que vendrían sobre la tierra. Después de todo eso, el enojo de Dios se calmaría.
El primer ángel fue y vació su copa sobre la tierra, y a todos los que tenían la marca del monstruo y adoraban su estatua les salió una llaga terrible y dolorosa.
Entonces vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y me dijo: «Ven; te voy a mostrar el castigo que le espera a esa gran prostituta que está sentada a la orilla de muchos ríos.
Después vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas con las últimas plagas terribles, y me dijo: «Acércate; voy a mostrarte a la novia, la que va a ser la esposa del Cordero».
Apenas hizo esto, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se arrodillaron delante de él. Cada uno tenía un arpa, y llevaba una copa llena de incienso que representaba las oraciones del pueblo de Dios.