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2 Samuel 22:21 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

»Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres. Me trataste con bondad porque hago lo que es justo.

Tazama sura
Onyesha Interlinear Bible

Matoleo zaidi

Biblia Reina Valera 1960

Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El Señor me recompensó por hacer lo correcto; me restauró debido a mi inocencia.

Tazama sura

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yavé me trató según mis méritos, limpias son mis manos, y él me lo paga.

Tazama sura

La Biblia Textual 3a Edicion

YHVH recompensó mi rectitud, Y retribuyó la pureza de mis manos.

Tazama sura

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Según mi rectitud, así el socorro; mi pureza de obrar recibe recompensa.

Tazama sura

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Jehová me recompensó conforme a mi justicia; y conforme a la limpieza de mis manos, me remuneró.

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Tafsiri zingine



2 Samuel 22:21
13 Marejeleo ya Msalaba  

Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres, porque tú sabes que yo hago lo que es justo.


Salomón contestó: —Dios mío, tú amaste mucho a mi padre David, y fuiste muy bueno con él, porque él te sirvió fielmente, fue un buen rey y te obedeció en todo. Además, permitiste que yo, que soy su hijo, reine ahora en su lugar. Pero yo soy muy joven, y no sé qué hacer.


escucha desde el cielo y castígalo. Examínanos, castiga al que resulte culpable y deja libre al inocente.


¡Cuando uno es honrado y no ha hecho nada malo, al final se mantendrá firme y cada vez se hará más fuerte!


11 (12) Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas.


el que siempre hace lo bueno y jamás piensa hacer lo malo; el que no adora a dioses falsos ni hace juramentos en su nombre.


8 (9) Tú, Dios mío, eres el juez de los pueblos: ¡júzgame y dicta mi sentencia, pero toma en cuenta que soy inocente!


Si aquí en la tierra los buenos reciben su recompensa, ¡con más razón reciben su merecido los malvados y los pecadores!


Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.


Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado.