Salmos 8:3 - La Biblia Textual 3a Edicion Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos,° La luna y las estrellas que Tú afirmaste, Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos —la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto: Biblia Católica (Latinoamericana) Al ver tu cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has fijado, Biblia Serafín de Ausejo 1975 En la boca de niños y de infantes, contra tus enemigos, pones tú fortaleza, a fin de anonadar rebeldes y adversarios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste: Biblia Traducción en Lenguaje Actual 3 (4) Cuando contemplo el cielo, y la luna y las estrellas que tú mismo hiciste, |
¿No está Dios en la altura de los cielos? ¡Mira cuán altas están las estrellas!
Hizo la luna para las estaciones, Y el sol, que conoce el punto de su ocaso.
g Grandes son las obras de YHVH, d Dignas de ser escudriñadas por cuantos en ellas se deleitan.
Al director del coro. Salmo de David.° Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento muestra la obra de sus manos.°
Por la palabra de YHVH fueron hechos los cielos, Y todas sus constelaciones por el aliento de su boca.
Tuyos son los cielos, tuya también la tierra, El mundo y su plenitud, Tú lo fundaste.
Y cuando acabó de hablar con él en el monte Sinay, dio a Moisés las dos tablas del testimonio, las tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.
Entonces dijeron los magos a Faraón: ¡Esto es el dedo de Dios! Pero el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, tal como YHVH había hablado.
Pero, si con el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces ha llegado° a vosotros el reino de Dios.
Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que son inexcusables.
No sea que, alzando tus ojos a los cielos y viendo el sol, y la luna y las estrellas, todo el cortejo de los cielos, te dejes seducir y te postres ante ellos, y les rindas culto, siendo que YHVH tu Dios los ha dado como porción suya a todos los pueblos debajo de todos los cielos.