Profieran mis labios alabanza, Porque Tú me enseñas tus estatutos.
Mis labios rebosarán alabanza Cuando me enseñes tus estatutos.
Que la alabanza fluya de mis labios, porque me has enseñado tus decretos.
¡Que mis labios publiquen tu alabanza, pues tú me enseñas tus preceptos!
Que mis labios publiquen tu alabanza, pues me enseñas tus mandatos;
Mis labios rebosarán alabanza, cuando me hayas enseñado tus estatutos.
Yo te cantaré alabanzas porque me enseñas tu palabra.
Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprenda tus justos preceptos,°
El que sacrifica acciones de gracias, ése me honrará, Y al que ordena rectamente su camino, Le mostraré la salvación de Dios.
Oh Adonay, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Tú ’Elohim, me has enseñado desde mi tierna infancia, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
¡Cuán bienaventurado es el varón a quien Tú, oh YH, corriges e instruyes en tu Ley!