Sé fiador de tu siervo para bien, No me opriman los soberbios.
Afianza a tu siervo para bien; No permitas que los soberbios me opriman.
Te ruego que me des seguridad de una bendición. ¡No permitas que los arrogantes me opriman!
Defiende la causa de tu servidor, no dejes que me opriman los soberbios.
Garantiza a tu siervo para bien, que no me opriman los soberbios.
Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios.
haz que siempre me vaya bien, y que no me molesten los orgullosos.
Yo salgo fiador por él, a mí mismo me pedirás cuentas de él. Si no te lo devuelvo y te lo pongo delante, seré culpable ante ti todos los días.
Deposita, te ruego, mi fianza junto a ti. ¿Quién si no ha de estrechar mi mano?°
Reprendiste a los soberbios: ¡Malditos los que se desvían de tus mandamientos!
No me alcance el pie de la soberbia, Ni me mueva la mano del malvado.
Cual grulla o golondrina piaba yo, gemía como paloma; Mis ojos se consumían mirando a lo alto: ¡Oh Adonay, estoy angustiado, sal fiador por mí!
De igual manera Jesús ha sido constituido garante de un mejor pacto.