Por tanto, orad que no sea en invierno,
Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno;
Y oren para que la huida no sea en invierno.
Oren para que esto no suceda en invierno.
Rogad para que eso no sea en invierno.
Orad, pues, que vuestra huida no acontezca en invierno.
Oren a Dios y pídanle que esto no suceda en el invierno,
¡Ay de las que estén encintas y de las que estén amamantando en aquellos días!
porque aquellos días serán una tribulación° tal, cual no la ha habido desde el principio de la creación que Dios hizo, hasta ahora, ni jamás la habrá.