Y él° dijo: Por eso, oíd la palabra de YHVH: Vi a YHVH sentado en su trono, y al ejército de los cielos alrededor de Él, a su diestra y a su siniestra.
Marcos 10:37 - La Biblia Textual 3a Edicion Entonces ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos uno a tu derecha, y otro a tu izquierda. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Biblia Nueva Traducción Viviente Ellos contestaron: —Cuando te sientes en tu trono glorioso, nosotros queremos sentarnos en lugares de honor a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Biblia Católica (Latinoamericana) Respondieron: 'Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos le contestaron: 'Concédenos que nos sentemos, en tu gloria, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Ellos le contestaron: —Por favor, cuando estés en tu reino poderoso, déjanos sentarnos a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. |
Y él° dijo: Por eso, oíd la palabra de YHVH: Vi a YHVH sentado en su trono, y al ejército de los cielos alrededor de Él, a su diestra y a su siniestra.
Salmo de David. Oráculo° de YHVH a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Hijas de reyes están entre tus nobles. A tu diestra está la novia,° con oro de Ofir.
Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración,° cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria,° vosotros, los que me habéis seguido, también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.°
Y cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los° ángeles con Él,° entonces se sentará en su trono de gloria,°
Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera estas cosas y entrara en su gloria?
indagando quién y qué tiempo indicaba el Espíritu del Mesías que estaba en ellos, el cual predecía los padecimientos del Mesías, y las glorias que vendrían tras ellos.