Porque Tú, YHVH Sebaot, Dios de Israel, has despertado el oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por eso tu siervo ha hallado en su corazón osadía para elevar esta oración ante ti.
Job 33:16 - La Biblia Textual 3a Edicion Él abre el oído de los hombres, Y los amonesta secretamente, Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo, Biblia Nueva Traducción Viviente Susurra a sus oídos y las aterroriza con advertencias. Biblia Católica (Latinoamericana) él les abre el entendimiento
y los espanta con apariciones, Biblia Serafín de Ausejo 1975 él se revela al oído de los mortales y los espanta con apariciones Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces revela al oído de los hombres, y les señala su consejo; Biblia Traducción en Lenguaje Actual otras veces nos habla al oído; claramente nos advierte |
Porque Tú, YHVH Sebaot, Dios de Israel, has despertado el oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por eso tu siervo ha hallado en su corazón osadía para elevar esta oración ante ti.
A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes.°
Les abre así el oído a la corrección, Y los exhorta a volverse de la iniquidad.
Con la aflicción Él salva al afligido, Le abre sus oídos con el sufrimiento.
Sacrificio y ofrenda° no te agradan; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación° no has demandado.
Nada oíste acerca de ellas, ni las conociste, Aún no estaba abierto tu oído, Porque Yo sabía que tú actuarías deslealmente; Tanto, que desde el seno materno se te llamó rebelde.
Embota el corazón de este pueblo Y que sus oídos se endurezcan y sus ojos se cieguen; No sea que viendo con sus ojos Y oyendo con sus oídos Y entendiendo con su corazón, Se convierta, y sea sanado.
Entonces, en una visión nocturna, el misterio le fue revelado a Daniel, por lo cual Daniel bendijo al Dios de los cielos.
Pero siendo advertidos en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Y estaba escuchando cierta mujer de nombre Lidia, de la ciudad de Tiatira, negociante en telas de púrpura, temerosa de Dios. Y el Señor le abrió el corazón para que estuviera atenta a lo que decía Pablo.
Así que, cuando haya cumplido esto y les haya entregado con seguridad este fruto,° estaré entre vosotros rumbo a España.