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Isaías 32:4 - La Biblia Textual 3a Edicion

El corazón del imprudente aprenderá sensatez, La lengua tartamuda hablará con soltura y claridad.

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Matoleo zaidi

Biblia Reina Valera 1960

Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hasta los impulsivos estarán llenos de sentido común y de entendimiento, y los que tartamudean hablarán con claridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

los indisciplinados tratarán de aprender y los tartamudos hablarán correctamente;'

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El corazón de los atolondrados aprenderá a entender, la lengua de los tartamudos hablará claro y seguido.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad.

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Biblia Traducción en Lenguaje Actual

actuarán con prudencia, y hablarán con la verdad.

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Isaías 32:4
14 Marejeleo ya Msalaba  

Pero YHVH le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH?


Y el cielo de tu boca como el vino generoso, Que de mi amado fluye suavemente, Y hace mover apaciblemente los labios de los que duermen.


Los extraviados de espíritu tendrán inteligencia, Y los murmuradores aprenderán la lección.


Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! He aquí vuestro Dios viene con retribución: La venganza es de ’Elohim; Él mismo vendrá y os salvará.


Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los oídos de los sordos destapados.


En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de sabios y entendidos, y las revelaste a los niños.


Respondió Jesús y le dijo: Bienaventurado eres Simón bar Jonás,° porque no te lo reveló carne ni sangre,° sino mi Padre que está en los cielos.


Observando entonces la osadía de Pedro y de Juan, y percatándose de que eran hombres del vulgo y sin letras,° se asombraban, y reconocían que ellos habían estado° con Jesús.


Y la palabra de Dios crecía,° y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalem, y un gran número de los sacerdotes obedecían a la fe.


Sólo oían: Aquél que en un tiempo nos perseguía, ahora proclama la fe° que antes trataba de destruir.°