Pero YHVH le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH?
Isaías 32:4 - La Biblia Textual 3a Edicion El corazón del imprudente aprenderá sensatez, La lengua tartamuda hablará con soltura y claridad. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente. Biblia Nueva Traducción Viviente Hasta los impulsivos estarán llenos de sentido común y de entendimiento, y los que tartamudean hablarán con claridad. Biblia Católica (Latinoamericana) los indisciplinados tratarán de aprender y los tartamudos hablarán correctamente;' Biblia Serafín de Ausejo 1975 El corazón de los atolondrados aprenderá a entender, la lengua de los tartamudos hablará claro y seguido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad. Biblia Traducción en Lenguaje Actual actuarán con prudencia, y hablarán con la verdad. |
Pero YHVH le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH?
Y el cielo de tu boca como el vino generoso, Que de mi amado fluye suavemente, Y hace mover apaciblemente los labios de los que duermen.
Los extraviados de espíritu tendrán inteligencia, Y los murmuradores aprenderán la lección.
Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! He aquí vuestro Dios viene con retribución: La venganza es de ’Elohim; Él mismo vendrá y os salvará.
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los oídos de los sordos destapados.
En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de sabios y entendidos, y las revelaste a los niños.
Respondió Jesús y le dijo: Bienaventurado eres Simón bar Jonás,° porque no te lo reveló carne ni sangre,° sino mi Padre que está en los cielos.
Observando entonces la osadía de Pedro y de Juan, y percatándose de que eran hombres del vulgo y sin letras,° se asombraban, y reconocían que ellos habían estado° con Jesús.
Y la palabra de Dios crecía,° y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalem, y un gran número de los sacerdotes obedecían a la fe.
Sólo oían: Aquél que en un tiempo nos perseguía, ahora proclama la fe° que antes trataba de destruir.°