Y David, cuando vio al ángel herir al pueblo, habló a YHVH, y dijo: Yo mismo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha obrado perversamente; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Sea ahora tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!
Hechos 26:31 - La Biblia Textual 3a Edicion Y al retirarse, hablaban unos con otros, diciendo: Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte ni de prisión ha hecho este hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras salían, hablaron del tema y acordaron: «Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte o la cárcel». Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras se retiraban, conversaban entre sí y decían: 'Este no es hombre para hacer cosas que merezcan la muerte o la cárcel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, al retirarse, comentaban unos con otros: 'Nada digno de muerte o de cárcel ha hecho este hombre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna de muerte ni de prisión, hace este hombre. Biblia Traducción en Lenguaje Actual y salieron para conversar a solas. Decían: «Este hombre no ha hecho nada malo como para merecer la muerte. Tampoco debería estar en la cárcel.» |
Y David, cuando vio al ángel herir al pueblo, habló a YHVH, y dijo: Yo mismo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha obrado perversamente; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Sea ahora tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!
Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: Este hombre no merece sentencia de muerte, pues nos ha hablado en el nombre de YHVH nuestro Dios.
Pilato dijo entonces a los principales sacerdotes y a las multitudes: Ningún delito hallo en este hombre.
y hallé° que era acusado por cuestiones de la ley de ellos, pero no tenía ningún cargo digno de muerte o prisión.
Se produjo entonces un griterío enorme. Se levantaron algunos de los escribas de la secta de los fariseos y protestaban violentamente, diciendo: No hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le ha hablado° un espíritu o un ángel?°
Pero yo he descubierto que nada digno de muerte ha hecho, y como él mismo apeló al Emperador, decidí enviárselo.°
los cuales, después de interrogarme, querían soltarme, por no haber en mí ninguna causa de muerte.
pero con mansedumbre y reverencia, teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros,° sean avergonzados los que ofenden° vuestra buena conducta en el Mesías.