Ahitofel entonces, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó el asno, y subiendo en él, se fue a su casa, a su ciudad; y dispuso su familia, y se ahorcó, y murió, y fue enterrado en el sepulcro de su padre.
Hechos 16:27 - La Biblia Textual 3a Edicion Despertando entonces el carcelero, al ver abiertas las puertas de la cárcel, y suponiendo que los presos se habían escapado, sacó la espada y estaba a punto de suicidarse. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Biblia Nueva Traducción Viviente El carcelero se despertó y vio las puertas abiertas de par en par. Dio por sentado que los prisioneros se habían escapado, por lo que sacó su espada para matarse; Biblia Católica (Latinoamericana) Se despertó el carcelero y vio todas las puertas de la cárcel abiertas. Creyendo que los presos se habían escapado, sacó la espada para matarse, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al despertar el carcelero y ver las puertas de la cárcel abiertas, desenvainó la espada con la intención de matarse, pensando que los presos habrían huido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y despertando el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacó su espada y se quería matar, pensando que los presos se habían escapado. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando el carcelero despertó y vio las puertas abiertas, pensó que los prisioneros se habían escapado. Sacó entonces su espada para matarse, |
Ahitofel entonces, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó el asno, y subiendo en él, se fue a su casa, a su ciudad; y dispuso su familia, y se ahorcó, y murió, y fue enterrado en el sepulcro de su padre.
Y sucedió que al ver que la ciudad había sido capturada, Zimri entró en la parte fortificada de la casa real y prendió fuego a la casa real con él adentro, y así murió,
Y arrojando las piezas de plata en el santuario, se retiró y se marchó de allí, y se ahorcó.
Y Herodes, al buscarlo y no hallarlo, luego de procesar a los guardias, ordenó que fueran° ejecutados. Y bajando de Judea a Cesarea, se quedó allí.°
Pero Pablo le dijo a gran voz: ¡No te hagas ningún mal, que todos estamos aquí!
Y el carcelero le comunicó a Pablo el mensaje: Los magistrados han enviado para que seáis soltados. Así que salid ahora y marchaos en paz.
Él llamó apresuradamente a su joven escudero, y le dijo: Desenvaina tu espada y mátame, para que no se diga de mí: ¡Una mujer lo mató! Y el muchacho lo traspasó y murió.