Pero su alma se apegó a Dina, la hija de Jacob, y se enamoró de la muchacha, y habló al corazón de la muchacha.
Génesis 50:21 - La Biblia Textual 3a Edicion Así pues, no temáis, yo os sustentaré a vosotros y a vuestros pequeños. Luego los consoló y les habló al corazón. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. Biblia Nueva Traducción Viviente No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos. Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó. Biblia Católica (Latinoamericana) Nada teman, pues. Yo los mantendré a ustedes y a sus hijos. Luego los consoló, hablándoles con palabras cariñosas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No temáis, pues; yo os mantendré a vosotros y a vuestros pequeñuelos'. Después los consoló con palabras llenas de afecto. Muerte de José Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. |
Pero su alma se apegó a Dina, la hija de Jacob, y se enamoró de la muchacha, y habló al corazón de la muchacha.
Ahora pues, no os entristezcáis ni os enojéis con vosotros mismos° por haberme vendido acá, pues para preservar la vida me envió ’Elohim delante de vosotros.
Y abastecía José a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, incluidos los pequeños,
Habitó José en Egipto, él y la casa de su padre. Y vivió José ciento diez años.
Y Ezequías habló al corazón de todos los levitas que mostraban buen entendimiento en el servicio de YHVH. Y comieron de lo sacrificado en la solemnidad durante siete días, ofreciendo sacrificios de paz y dando gracias a YHVH, el Dios de sus padres.
¡Hablad al corazón de Jerusalem! ¡Gritadle que su dura milicia ha terminado, Y su culpa ha sido cancelada! Pues de mano de YHVH ha recibido el doble por sus pecados.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también vuestro Padre celestial os perdonará,
Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo, pues para esto fuisteis llamados, para que heredarais bendición.
Pero su marido se levantó y fue en pos de ella para hablarle cariñosamente a fin de hacerla volver. Y llevó consigo un criado y una yunta de asnos, y ella lo hizo entrar en casa de su padre. Y cuando lo vio el padre de la joven, lo recibió gozoso.