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Génesis 34:24 - La Biblia Textual 3a Edicion

Y todos los que salían a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón, cuantos salían a la puerta de su ciudad.

Tazama sura
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Biblia Reina Valera 1960

Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Todos los hombres del consejo estuvieron de acuerdo con Hamor y Siquem, y todos los varones de la ciudad fueron circuncidados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos los que salían por la puerta de la ciudad se dejaron convencer por Hamor y su hijo Siquem, y todos los varones de la ciudad se hicieron circuncidar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos los que salían por la puerta de la ciudad escucharon a Jamor y a su hijo Siquén. Y fueron circuncidados todos los varones, todos los que salían por la puerta de la ciudad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y obedecieron a Hamor y a Siquem, su hijo, todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.

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Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Las autoridades estuvieron de acuerdo con Jamor y con Siquem, y todos los varones se circuncidaron.

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Génesis 34:24
8 Marejeleo ya Msalaba  

Entonces, en ese mismo día, Abraham tomó a Ismael su hijo, y a todos los nacidos en su casa, y a todos los comprados con su dinero, a todo varón entre las gentes de la casa de Abraham, y circuncidó la carne de su prepucio, como le había dicho ’Elohim.


Y Efrón habitaba en medio de los hijos de Het. Y respondió Efrón el heteo a Abraham, a oídos de los hijos de Het, y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:


quedaron en posesión de Abraham, a la vista de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad.


¿Acaso no llegarán a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Sólo convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.


No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los cerdos,° no sea que las pisoteen con sus patas y se vuelvan y os despedacen.


La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de los mandamientos de Dios.