porque le fue cosa ligera andar en los pecados de Jeroboam ben Nabat, sino que tomó por mujer a Jezabel hija de Etbaal, rey de los sidonios; y fue a servir a Baal, y se postraba ante él.
2 Reyes 9:34 - La Biblia Textual 3a Edicion Cuando él hubo entrado, comió y bebió, y después dijo: ¡Ocupaos de esa maldita y sepultadla, pues es hija de un rey! Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Jehú entró al palacio, comió y bebió. Después de un rato dijo: «Que alguien se encargue de enterrar a esa maldita mujer, porque era hija de un rey»; Biblia Católica (Latinoamericana) Después Jehú entró, comió y bebió; luego dijo: 'Preocúpense de esa maldita y denle sepultura, pues es una hija de rey'. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entró él, y después de comer y beber, ordenó: 'Id a ver a esa maldita y enterradla, pues es hija de rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Después Jehú fue a comer y beber, y al terminar ordenó: «Ocúpense del cadáver de esa maldita mujer. Entiérrenla, porque era hija de un rey». |
porque le fue cosa ligera andar en los pecados de Jeroboam ben Nabat, sino que tomó por mujer a Jezabel hija de Etbaal, rey de los sidonios; y fue a servir a Baal, y se postraba ante él.
Y Elías dijo a Acab: ¡Levántate, come y bebe, porque hay sonido de abundancia de lluvia!
(Ciertamente no hubo ninguno como Acab, que se vendió para hacer el mal ante los ojos de YHVH, incitado por su mujer Jezabel;
Y él les dijo: ¡Echadla abajo! Y la echaron abajo, y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó.
Fueron pues a sepultarla, pero no encontraron de ella más que la calavera, los pies, y las palmas de las manos.
Así pues, los correos salieron apresuradamente por mandato del rey, pues el edicto había sido promulgado en Susa, la capital. Y el rey y Amán se sentaron a beber, mientras la ciudad de Susa estaba perpleja.
Vuestro nombre será dejado para cuando Mis escogidos maldigan, diciendo: ¡Que Adonay YHVH te mate igual que a ellos!,° Y Él llamará a sus siervos por otro nombre.
Que os acostáis en lechos de marfil, Y os reclináis en vuestros reclinatorios Para comer corderos del rebaño y becerros del establo.
Entonces dirá también a los de la izquierda: ¡Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles!