Pero entonces, la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey (porque sus entrañas se conmovieron por su hijo), y exclamó: ¡Ay, señor mío! Dad a ésta el niño vivo; pero no lo hagas morir. Pero la otra dijo: No sea ni para mí ni para ti. ¡Partidlo!
2 Reyes 6:29 - La Biblia Textual 3a Edicion Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos; y al día siguiente le dije: Entrega tu hijo para que podamos comerlo, pero ella ha escondido a su hijo. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces cocinamos a mi hijo y nos lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: “Mata a tu hijo para que nos lo comamos”, pero ella lo había escondido. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien cocimos a mi hijo y lo comimos, pero cuando al día siguiente le digo: Dame a tu hijo para que lo comamos, lo escondió'. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cocimos a mi hijo y nos lo comimos; y al día siguiente le dije: 'Dame tu hijo y nos lo comeremos'. Pero ella ha escondido a su hijo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que cocimos a mi hijo, y lo comimos; y al día siguiente yo le dije a ella: Da acá a tu hijo, y comámoslo; pero ella ha escondido a su hijo. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Así que cocinamos a mi hijo y nos lo comimos. Al día siguiente le recordé que debíamos comernos a su hijo, pero ella lo ha escondido. |
Pero entonces, la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey (porque sus entrañas se conmovieron por su hijo), y exclamó: ¡Ay, señor mío! Dad a ésta el niño vivo; pero no lo hagas morir. Pero la otra dijo: No sea ni para mí ni para ti. ¡Partidlo!
¿Se olvidará una madre de lo que dio a luz? ¿Dejará de amar al hijo de sus entrañas? Pues aunque éstas lleguen a olvidar, Yo nunca me olvidaré de ti.
Como a uno que consuela su madre, Así Yo os consolaré; en Jerusalem seréis consolados;
y Manos de mujeres compasivas cocinaron a sus propios hijos: Les sirvieron de comida en la gran calamidad de la hija de mi pueblo.
Y si aun con esto no me obedecéis, sino que seguís procediendo con hostilidad hacia mí,
hasta que lleguéis a comer la carne de vuestros propios hijos, y la carne de vuestras propias hijas comeréis.
Asediará en toda tu tierra todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que confiabas. Sí, te sitiará en todas tus ciudades y en toda tu tierra que YHVH tu Dios te habrá dado.
Y por la angustia con que te oprimirá tu enemigo durante el asedio, te llegarás a comer el fruto de tu vientre, la carne de tus propios hijos e hijas que te habrá dado YHVH tu Dios.°
y a su placenta que sale de entre sus piernas, y a sus hijos que dé a luz, pues se los comerá° a escondidas, al faltar todo en la opresión y en la angustia con que te atormentará tu enemigo en tus ciudades.