Y agregó: Toma las saetas. Y las tomó. Entonces dijo al rey de Israel: ¡Golpea la tierra! Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
2 Reyes 13:19 - La Biblia Textual 3a Edicion Y el varón de Dios estalló en ira contra él, y dijo: ¡De haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras herido a Siria hasta acabarla! Pero ahora vencerás a Siria sólo tres veces. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora solo tres veces derrotarás a Siria. Biblia Nueva Traducción Viviente pero el hombre de Dios se enojó con él y exclamó: —¡Tendrías que haber golpeado el piso cinco o seis veces! Así habrías vencido a Aram hasta destruirlo por completo. Ahora saldrás vencedor solamente tres veces. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el hombre de Dios se enojó con el rey y dijo: '¡Tenías que haber golpeado cinco o seis veces! Así habrías derrotado a Aram hasta que no quedara nadie. Pero ahora sólo derrotarás a Aram tres veces'. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se irritó contra él el varón de Dios y le dijo: 'Si la hubieras herido cinco o seis veces, derrotarías a Aram hasta exterminarlo'. Pero ahora lo batirás sólo tres veces. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al herir cinco o seis veces, habrías herido a Siria, hasta no quedar ninguno: Pero ahora herirás a Siria sólo tres veces. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces el profeta se enojó con él y le dijo: —¡Tendrías que haber golpeado el piso cinco o seis veces! Si lo hubieras hecho así, habrías podido vencer a Siria de una vez por todas. Pero ahora solo vas a derrotarla tres veces. |
Y agregó: Toma las saetas. Y las tomó. Entonces dijo al rey de Israel: ¡Golpea la tierra! Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
Y Jeoás ben Joacaz volvió a quitar de mano de Ben-adad, el hijo de Hazael, las ciudades que éste había quitado en guerra de mano de Joacaz su padre; tres veces lo venció Jeoás, y recobró las ciudades de Israel.
Y él dijo: Para este tiempo, según el tiempo de la vida, abrazarás a un hijo. Pero ella respondió: ¡No, señor mío, varón de Dios, no engañes a tu sierva!
Y sirvió a los hombres para que comieran; pero sucedió que cuando comían del potaje, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no pudieron comer.
cuando Giezi, siervo de Eliseo, varón de Dios, pensó: He aquí mi señor ha eximido a este sirio Naamán al no recibir de su mano lo que traía. Pero, ¡vive YHVH, que de seguro correré tras él para tomar algo suyo!
Entonces el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Cuídate de pasar por tal lugar, porque por allí van a bajar los sirios.
¡Maldito el que haga la obra de YHVH indolentemente! ¡Maldito el que retraiga su espada de derramar sangre!
Moisés buscó con empeño el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, y he aquí ya había sido quemado. Entonces estalló en ira contra Eleazar e Itamar (los hijos que le quedaban a Aarón), diciendo:
Entonces Moisés se enardeció en gran manera, y dijo a YHVH: No aceptes su ofrenda. Yo no he tomado de ellos ni un asno, y a ninguno de ellos he hecho mal.
Cuando Jesús lo vio, se indignó y les dijo: Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales° es el reino de Dios.
Y mirándolos en derredor con enojo, profundamente entristecido por la dureza de sus corazones,° dice al hombre: Extiende la mano; y él la extendió, y quedó restablecida su mano.
Y no podía hacer allí ningún milagro,° excepto que sanó a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos.