Y Ben-hadad escuchó al rey Asa, y envió a los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y atacó a Ijón, a Dan, a Abel-bet-maaca y a toda la región de Kineret,° con todo el territorio de Neftalí.
1 Reyes 20:34 - La Biblia Textual 3a Edicion Y le dijo:° Las ciudades que mi padre quitó a tu padre las restituiré; y harás para ti plazas en Damasco, como mi padre las hizo en Samaria. Y yo° te dejaré ir con este pacto. E hizo un pacto con él, y lo dejó ir. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Y le dijo Ben-adad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, te dejaré partir con este pacto. Hizo, pues, pacto con él, y le dejó ir. Biblia Nueva Traducción Viviente Ben-adad le dijo: —Te devolveré las ciudades que mi padre le quitó a tu padre, y puedes establecer lugares de comercio en Damasco, como hizo mi padre en Samaria. Entonces Acab le dijo: —Te dejaré en libertad con estas condiciones. Así que hicieron un nuevo tratado y Ben-adad quedó en libertad. Biblia Católica (Latinoamericana) Ben-Hadad le dijo: 'Te devolveré las ciudades que mi padre quitó a tu padre, y tú podrás instalar casas de negocio en Damasco así como mi padre las había instalado en Samaría'. Ajab le respondió: 'No te dejaré ir sin hacer antes un tratado'. Firmó pues con él un tratado y lo dejó irse. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Ben Hadad: 'Las ciudades que mi padre tomó al tuyo te las devolveré; y tú podrás establecer mercados en Damasco, como mi padre los estableció en Samaría'. 'Y yo -dijo Ajab- por esta alianza te dejaré partir'. Hizo, pues, alianza con él y lo dejó partir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le dijo Benadad: Las ciudades que mi padre tomó de tu padre, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, te dejaré partir con este pacto. Hizo, pues, pacto con él, y le dejó ir. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Después Ben-hadad le dijo: —Te voy a devolver las ciudades que mi padre le quitó al tuyo. Tú puedes poner negocios en Damasco, como hizo mi padre en Samaria. Ahab le contestó: —Entonces yo te dejaré ir. Así que Ahab hizo este pacto con Ben-hadad y lo dejó ir. |
Y Ben-hadad escuchó al rey Asa, y envió a los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y atacó a Ijón, a Dan, a Abel-bet-maaca y a toda la región de Kineret,° con todo el territorio de Neftalí.
Y los hombres tomaron esto como buen augurio y se apresuraron a confirmarlo, exclamando: ¡Ben-hadad es tu hermano! Él dijo: Id y traedle; y Benhadad se presentó ante él, quien lo hizo subir a su carro.
Y le dijo: Así dice YHVH: Por cuanto soltaste de la mano al hombre que Yo había consagrado a la destrucción, ¡tu vida será por su vida, y tu pueblo por su pueblo!
Pero el rey de Siria había ordenado a sus treinta y dos capitanes de los carros que tenía, diciendo: No luchéis contra pequeño ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.
Y Ben-adad atendió al rey Asa y envió a los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y atacaron a Ijón, a Dan, a Abel-maim y a todas las ciudades de almacenaje de Neftalí.
Pero el rey de Siria había ordenado a los capitanes de sus carros diciendo: No luchéis contra pequeño ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.
Se mostrará piedad al malvado, Pero no aprenderá justicia; Aun en tierra de rectitud seguirá practicando el mal, Y no considerará la grandeza de YHVH.
No llaméis aliados a todo lo que este pueblo llama aliados, Ni participéis en su temor ni os amedrentéis.
y YHVH tu Dios las haya entregado ante ti, y las hayas derrotado, ciertamente las dedicarás al exterminio. No concertarás pacto con ellas, ni tendrás compasión de ellas.
Y subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes Galaad. Y todos los hombres de Jabes dijeron a Nahas: Pactad con nosotros y te serviremos.
Y capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y exterminó a todo el pueblo a filo de espada.
Pero Saúl y el pueblo dejaron vivo a Agag, y no quisieron destruir lo mejor de las ovejas, y de la vacada, y de los animales engordados, y de los carneros, y de todo lo bueno; solamente destruyeron lo inservible y sin valor.