Juan 15:10 - Biblia Torres Amat 1825

¹⁰ Si observareis mis preceptos, perseveraréis en mi amor; así como yo también he guardado los preceptos de mi Padre, y persevero en su amor.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Si guardáis° mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como Yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo siempre he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Juan 15:10 Перекрёстные ссылки

2 Samuel 22:22

Pues yo seguí atentamente las sendas del Señor; y no me separé de mi Dios con hechos impíos;

2 Reyes 18:6

Se mantuvo unido al Señor, y no se apartó de sus sendas; sino que observó los mandamientos que el Señor dio a Moisés.

Éxodo 7:6

Hicieron, pues, Moisés y Aarón según lo que el Señor les había mandado. Lo ejecutaron del mismo modo.

Isaías 50:5

El Señor Dios me abrió los oídos, y yo no me resistí, no me volví atrás.

Juan 10:18

Nadie me la arranca, sino que yo la doy por propia voluntad, y soy dueño de darla, y dueño de recobrarla: Este es el mandamiento que recibí de mi Padre.

Juan 12:49

puesto que yo no he hablado de mí mismo, sino que el Padre que me envió, él mismo me ordenó lo que debo decir, y cómo he de hablar.

Juan 14:15

Si me amáis, observad mis mandamientos.

Juan 14:21

Quien ha recibido mis mandamientos, y los observa, ése es el que me ama. Y el que me ama, será amado de mi Padre; y yo le amaré, y yo mismo me manifestaré a él.

Juan 14:23

Jesús le respondió así: Cualquiera que me ama, observará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él.

Juan 14:31

Mas para que conozca el mundo que yo amo al Padre, y que cumplo con lo que me ha mandado, levantaos, y vamos de aquí.

Juan 17:4

Yo por mí te he glorificado en la tierra; tengo acabada la obra, cuya ejecución me encomendaste.

Juan 4:34

Pero Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado, y dar cumplimiento a su obra.

Juan 8:29

Y el que me ha enviado está siempre conmigo, y no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que es de su agrado.

Juan 8:55

Vosotros no le habéis conocido; yo sí que le conozco: y si dijere que no le conozco, sería como vosotros un mentiroso. Pero le conozco bien, y observo sus palabras.

1 Corintios 7:19

Nada importa ahora ser circuncidado, y nada importa no serlo; lo que importa a judíos y a gentiles es la observancia de los mandamientos de Dios.

1 Tesalonicenses 4:1

Porque ya sabéis qué preceptos os he dado en nombre del Señor Jesús .

Hebreos 7:26

el cual no tiene necesidad, como los demás sacerdotes, de ofrecer cada día sacrificios, primeramente por sus pecados, y después por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez sola, ofreciéndose a sí mismo.

2 Pedro 2:21

cumpliéndose en ellos lo que suele significarse por aquel refrán verdadero: Se volvió el perro a comer lo que vomitó; y: La marrana lavada, a revolcarse en el cieno.

1 Juan 2:3

Quien dice que le conoce, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.

1 Juan 2:5

Quien dice que mora en él, debe seguir el mismo camino que él siguió.

1 Juan 2:6

Carísimos, no voy a escribiros un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el cual recibisteis desde el principio ; el mandamiento antiguo es la palabra divina que oísteis;

1 Juan 5:3

Así es que todo hijo de Dios vence al mundo; y lo que nos hace alcanzar victoria sobre el mundo, es nuestra fe.

Apocalipsis 22:14

Bienaventurados los que lavan sus vestiduras en la sangre del Cordero, para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas de la ciudad santa.