Romanos 7:18 - La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Porque yo sé que en mí (esto es, en mi carne) no mora el bien, porque el querer está en mí, pero no el hacer lo bueno;°

Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Puedo querer hacer el bien, pero hacerlo, no.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ Pues sé bien que en mí, es decir, en mi condición humana, no reside nada bueno. Porque querer el bien está a mi alcance, pero el hacerlo, no,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁸ Y yo sé que en mí (esto es en mi carne) no mora el bien; pues el querer está en mí, pero el hacer el bien no.

Romanos 7:18 Перекрёстные ссылки

Génesis 6:5

Vio entonces YHVH que la maldad del hombre se había multiplicado en la tierra, y que toda forma de pensamiento de su corazón era solamente el mal continuamente.

Génesis 8:21

Y percibió YHVH el aroma aplacador,° y dijo YHVH en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud. No volveré, por tanto, a cortar a todo ser viviente como acabo de hacerlo.

Job 14:4

¿Quién hará limpio lo inmundo? ¡Nadie!

Job 25:4

¿Cómo entonces puede el hombre tener razón ante Dios? ¿Y cómo puede ser puro el nacido de mujer?

Salmos 119:173

Sea tu mano para socorrerme, Porque tus preceptos he escogido.

Salmos 119:176

Anduve errante como oveja descarriada, ¡Busca a tu siervo, porque no ha olvidado tus mandamientos!

Salmos 119:32

Correré por el camino de tus mandamientos, Porque Tú habrás ensanchado mi corazón.

Salmos 119:40

He aquí, anhelo tus mandamientos, Vivifícame en tu justicia,°

Salmos 119:5

¡Cómo anhelo que sean ordenados mis caminos, Para poder guardar tus estatutos!°

Salmos 51:5

He aquí, en maldad fui formado, Y en pecado me concibió mi madre.

Isaías 64:6

Todos nosotros somos como cosa impura, Y nuestra justicia como trapo de menstruo. Todos nosotros nos marchitamos como hojas, Y la mano de nuestras iniquidades nos arrastra como el viento.

Mateo 15:19

Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, difamaciones.°

Lucas 11:13

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Juan 3:6

Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, espíritu es.

Romanos 13:14

Sino vestíos del Señor Jesús, el Mesías, y no proveáis para satisfacer los malos deseos de la carne.

Romanos 7:15

Porque lo que hago no lo comprendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.°

Romanos 7:19

pues no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, éste hago.

Romanos 7:25

(¡Gracias sean dadas a Dios por Jesús el Mesías, Señor nuestro!°) Así pues, yo mismo sirvo con la mente a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.

Romanos 7:5

Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones de los pecados eran activadas en nuestros miembros por la ley, a fin de dar fruto para muerte.

Gálatas 5:17

Porque la carne tiene deseos contrarios a los del espíritu,° y el espíritu a los de la carne, y éstos se oponen entre sí para que no prosigáis haciendo lo que deseáis.

Gálatas 5:24

Pues los que son del Mesías crucificaron la carne con las pasiones y deseos.

Filipenses 2:13

Porque Dios es el que activa° en vosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Filipenses 3:12

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya esté perfeccionado; sino que prosigo, por si logro aferrar aquello para lo cual fui también aferrado por el Mesías.°

Tito 3:3

Porque nosotros también éramos en otro tiempo necios, desobedientes, extraviados, esclavizados por pasiones y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.

1 Pedro 4:2

para no vivir ya el tiempo restante en la carne, en las pasiones de los hombres, sino en la voluntad de Dios.