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Proverbios 19:10 - Biblia Nacar-Colunga

10 No están bien al necio los deleites; cuánto menos a un esclavo mandar a príncipes!'

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

10 No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¡No es correcto que un necio viva rodeado de lujos ni que un esclavo gobierne sobre príncipes!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 No conviene que un tonto viva en el lujo, y menos aún que un esclavo mande a los príncipes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 El lujo no conviene al insensato, ¡Cuánto menos al siervo tener dominio sobre príncipes!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 No le cuadra al necio la vida regalada: y menos aún al siervo dominar a los señores.

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Proverbios 19:10
17 Перекрёстные ссылки  

Como nieve en el verano y lluvia en la siega, así conviene al necio la honra.


Sentid vuestras miserias, llorad y lamentaos; conviértase en llanto vuestra risa, y vuestra alegría en tristeza.'


En el hades, en medio de los tormentos, levantó sus ojos y vio a Abraham desde lejos y a Lázaro en su seno.


Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino y celebraba cada día espléndidos banquetes.


No te goces, Israel; no te regocijes corno las gentes, porque has fornicado fuera de tu Dios. Fuiste en busca del salario sobre toda era de trigo.'


y las gentes se revolverán los unos contra los otros, cada uno contra su compañero, y el mozo se alzará contra el anciano, y el villano contra el noble.


Los correos partieron apresuradamente, según la orden del rey. El edicto se publicó en Susa, en la ciudadela; y mientras el rey y Aman bebían, estaba la ciudad de Susa consternada.'


Por lo que a mí hace, yo soy todavía débil, aunque ungido, y esos hombres, los hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que Yahvé pague al que ha hecho el mal, según su malicia.”


Volvióse Abigaíl a casa de Nabal. Hallábase éste sentado a un gran banquete, como de rey, y estaba enteramente ebrio. Nada le dijo ella, ni poco ni mucho, hasta ser de día;'


No está bien al necio la grandilocuencia; cuánto menos al príncipe la mentira.'


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