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Oseas 3:4 - Biblia Nacar-Colunga

4 porque mucho tiempo han de estar los hijos de Israel sin rey, sin jefe, sin sacrificio y sin cipos, y sin “efod” y sin “terafim.”

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Esto muestra que Israel estará por mucho tiempo sin rey ni príncipe, sin sacrificios ni columnas sagradas ni sacerdotes, ¡ni siquiera ídolos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Porque también por muchos días los hijos de Israel quedarán sin rey, sin jefe, sin sacrificios, sin piedras sagradas, sin consultas a Yavé y sin ídolos para proteger la casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel Sin rey y sin caudillo, sin sacrificio y sin pilar,° Sin efod y sin terafim.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Porque durante mucho tiempo estarán los hijos de Israel sin rey y sin príncipe, sin sacrificio y sin estela, sin efod y sin terafim.

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Oseas 3:4
44 Перекрёстные ссылки  

y así un hombre como Mica vino a tener una casa de Dios. Hízose también un efod y unos “terafim,” y llenó la mano de uno de sus hijos para que hiciera de sacerdote.


y se presentó Azarías a Asa y le dijo: “Óyeme, Asa, y todo Judá y Benjamín: Yahvé está con vosotros cuando vosotros estáis con El; si vosotros le buscáis, le hallaréis; pero, si vosotros le abandonáis, El os abandonará a vosotros.'


Labán había ido al esquileo, y Raquel robó los “terafim” de su padre.


Porque si voluntariamente pecamos después de recibir el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados,


Después del tiempo de la cesación del sacrificio perpetuo y del alzar de la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.


Y afianzará la alianza para muchos durante una semana, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación y habrá en el santuario una abominación desoladora hasta que la ruina decretada venga sobre el devastador.


pero David supo el mal designio que contra él tramaba Saúl y dijo al sacerdote Abiatar: “Trae el efod”;'


Con este oro hizo Gedeón un efod, que puso en su ciudad, en Ofra. Todo Israel iba a prostituirse ante este efod, que fue un lazo para Gedeón y para su casa.


He aquí lo que han de hacer: un pectoral, un efod, una sobretúnica, una túnica a cuadros, una tiara y un ceñidor.


Pero ellos gritaron: ¡Quita, quita! ¡Crucifícale! Díjoles Pilato: ¿A vuestro rey voy a crucificar? Contestaron los príncipes de los sacerdotes: Nosotros no tenemos más rey que el César.


Caerán al filo de la espada y serán llevados cautivos entre todas las naciones, y Jerusalén será hollada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de las naciones.


y aquel día, dice Yahvé, extirparé de la tierra los nombres de los ídolos, que no serán más recordados, y haré desaparecer a los profetas y el espíritu impuro.


Yo te doy un rey en mi furor, y en mi ira te los quito.


(13) Haré cesar todas sus alegrías, sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades.


A su orden se presentarán tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y harán cesar el sacrificio perpetuo, y alzarán la abominación desoladora.


Taja a derecha, raja a izquierda, adondequiera que te vuelvas.


Y no será lo que vosotros pensáis, porque vosotros os decís: Seremos como las gentes, como las naciones de la tierra, sirviendo al leño y a la piedra.


Además, hizo Josías desaparecer a los evocadores de los espíritus y a los adivinos, los “terafim,” los ídolos y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para poner por obra las palabras de la Ley escritas en el libro que el sacerdote Helcías había encontrado en la casa de Yahvé.


David danzaba con toda su fuerza delante de Yahvé y vestía un efod de lino.


Dijo, pues, al sacerdote Abiatar, hijo de Ajimelec: “Trae el efod.” Aplicó Abiatar el efod,


Abiatar, hijo de Ajimelec, que había recibido a David, bajó con él a Queila, llevando consigo el “efod.”


Entonces dijo el rey a Doeg: “Vuélvete y mata a los sacerdotes.” Y Doeg, edomita, se volvió, y él mató aquel día a los sacerdotes: ochenta y cinco hombres de los que vestían “efod” de lino.


Preguntó David a Ajimelec: “¿Tienes a mano una lanza o una espada? pues no he traído mis armas, porque urgía la orden del rey.”


Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Icabod, hijo de Finés, hijo de Helí, era sacerdote de Yahvé en Silo, y llevaba el efod. Tampoco la gente sabía nada de adonde había ido Jonatán.


Samuel ministraba ante Yahvé vestido de un efod de lino.


Vistió a Aarón la túnica, se la ciñó, le vistió la sobreveste y el “efod” y le ciñó con el cinturón del “efod,” atándoselo;'


No faltará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el báculo, hasta que venga aquel cuyo es, y a él darán obediencia los pueblos.


pero Raquel había tomado los “terafim” y los había escondido en el palanquín del camello, sentándose encima. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no halló nada.


Los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra de Lais dijeron a sus hermanos: “¿Sabéis que en esta casa hay un efod, y “terafim,” y una imagen tallada y chapeada? Ved vosotros lo que se ha de hacer.”


Tan pecado es la rebelión como la superstición, y la resistencia como la idolatría. Pues que tú has rechazado el mandato de Yahvé, él te rechaza también a ti como rey.”


Tet. — Sus puertas han sido echadas a tierra; destruyó, quebrantó sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre las gentes, no hay ley, y tampoco sus profetas reciben de Yahvé visión.'


¿Dónde está, pues, tu rey, para salvarte en todas tus ciudades? ¿Dónde tus jueces, de quienes decías: “Dame rey y príncipes”?


Porque los “terafim” dan vanos oráculos y los adivinos tienen mentirosas visiones, y no son sino sueños vacíos lo que dicen, y consuelos vanos los que prodigan. Por eso se fueron como rebaño de ovejas, apremiados porque no tenían pastor.


“El Efod le harán de oro e hilo torzal de lino, púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí artísticamente entretejidos


Y ha salido de uno de sus sarmientos un fuego que ha consumido su fruto, y no queda en ella rama alguna fuerte, ni un solo cetro de dominio. Elegía es ésta, y de elegía servirá.


Así dice Yahvé: ¡Fuera tiara! ¡Fuera corona! Eso no será más. Será ensalzado lo humilde y humillado lo alto.


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