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Oseas 2:13 - Biblia Nacar-Colunga

13 (15) La castigaré por los días en que incensaba a los baales y, adornándose con sus anillos y sus collares, se iba con sus amantes y me olvidaba a mí, dice Yahvé.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 La castigaré por todas las ocasiones en que quemaba incienso a las imágenes de Baal, cuando se ponía aretes y joyas y salía a buscar a sus amantes, olvidándose de mí por completo», dice el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Yo pondré fin a sus diversiones, a sus fiestas, lunas nuevas y sábados, a todas sus solemnidades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 La castigaré por los días dedicados a los Baales,° A los cuales les quemaba incienso, Y adornándose con aretes° y gargantillas,° Iba en pos de sus amantes, y se olvidaba de mí, dice YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Pondré fin a toda su alegría, a sus fiestas, sábados y novilunios, y todas sus solemnidades.

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Oseas 2:13
44 Перекрёстные ссылки  

Se hartaron en sus pastos, y, hartos, se ensoberbecieron, y por eso me olvidaron.


Hicieron el mal los hijos de Israel a los ojos de Yahvé, y, olvidándose de Yahvé, su Dios, sirvieron a los baales y aseras.


Cuando Efraím hablaba, era el terror; se levantó en Israel, pero se hizo culpable con Baal y murió '


Cuanto más se les llama, más se alejan. Ofrecen sacrificios a los baales e incienso a los ídolos.


Pues ¿qué? ¡Robar, matar, adulterar, perjurar, quemar incienso a Baal e irse tras dioses ajenos que no conocíais,


Llegaron los días del castigo, llegaron los días de la paga. Clama Israel: “El profeta es un insensato, presa de delirio el hombre del espíritu.” A la enormidad de tu iniquidad se añade la enormidad de la persecución.


Israel se olvidó de su Hacedor y construyó palacios; Judá multiplicó sus ciudades fuertes, pero yo daré sus ciudades al fuego, que devorará sus palacios.'


Perece mi pueblo por falta de conocimiento; 1 por haber rechazado tú el conocimiento, te rechazaré yo a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado tú la ley de tu Dios, yo me olvidaré también de tus hijos.'


Ofrecen sacrificios en las cimas de los montes, y en los collados queman incienso bajo la encina, bajo los álamos, bajo los terebintos de grata sombra, Por eso se prostituyen vuestras hijas y adulteran vuestras nueras,


(9) Irá en seguimiento de sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, mas no los hallará, y se dirá: Voy a volverme con mi primer marido, pues mejor me iba entonces que me va ahora.'


(7) Su madre se prostituyó; la que los concibió se deshonró y dijo: Me iré tras de mis amantes, que ellos me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. 6 (8) Por eso voy yo a cercar sus caminos con zarzas y a alzar un muro para que no pueda ya hallar sus sendas.'


Puesto que me dejaste y echaste a tus espaldas, también yo echaré sobre ti tu lujuria y tus prostituciones.


Hay en ti quien recibe dones para derramar sangre; exiges usura e intereses, despojas con violencia al prójimo, y a mí me olvidas, dice el Señor, Yahvé.'


Tomaste las espléndidas joyas que te había dado, mi plata y mi oro, y te hiciste simulacros de hombres, fornicando con ellos.


Por eso así dice Yahvé, Dios de Israel, de los pastores que apacientan a mi pueblo: Vosotros habéis dispersado mi grey, la habéis descarriado y no habéis cuidado de ella. He aquí que voy a visitaros por la maldad de vuestras obras — oráculo de Yahvé.


Pues mi pueblo se ha olvidado de mí, ha ofrecido incienso a la vanidad. Van de tropiezo en tropiezo por sus caminos, los senderos antiguos, siguiendo sendas extraviadas, camino no trillado,


Porque cuantas son tus ciudades, tantos son tus dioses, Judá, y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos fueron los altares alzados a la “ignominia,” altares para quemar incienso a Baal.


¿Se olvida por ventura la doncella de sus galas, y de su ceñidor la esposa? Pues mi pueblo se ha olvidado de mí ya desde días sin cuento.


Porque te olvidaste del Dios de tu salud y no te acordaste de la roca de tu fuerza. Por esto plantaste los jardines de Adonis y los sembraste de pámpanos extranjeros;'


Se olvidaron de Dios, su Salvador, que tan grandes cosas había hecho en Egipto,


Pero bien pronto se olvidaron de sus obras, no confiaron en sus designios.


Dieron al olvido sus gestas y las maravillas que les hizo ver.


Tal es la suerte de los que se olvidan de Dios, y la esperanza del impío se desvanecerá.


Reedificó los altos que Ezequías, su padre, había destruido; alzó altares a Baal, levantó una “asera,” como había hecho Ajaz, rey de Israel, y se prosternó ante todo el ejército de los cielos y le sirvió.'


Así exterminó Jehú a Baal de en medio de Israel.


Ocozías se cayó por una ventana del piso superior de su casa en Samaría y se hirió; y envió mensajeros, diciéndoles: “Id a consultar a Baalzebub, dios de Acarón, si curaré de estas mis heridas”;'


Pero se olvidaron de Yahvé, su Dios, y éste los entregó en manos de Sisara, jefe del ejército de Jasor; en manos de los filisteos, en manos del rey de Moab, que les hicieron la guerra.'


Volvieron los hijos de Israel a hacer mal a los ojos de Yahvé, y sirvieron a los baales y astartés, a los dioses de Sidón, a los de Moab, a los de los hijos de Amón, a los de los filisteos, y se apartaron de Yahvé, no sirviéndole más.


De la Roca que te crió te olvidaste, diste al olvido a Dios, tu Hacedor.”


guárdate de olvidarte de Yahvé, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre.


Ve ahora y conduce al pueblo a donde yo te he dicho. Mi ángel marchará delante de ti; pero, cuando llegue el día de mi visitación, yo los castigaré por su pecado.”


Vuestras iniquidades y las iniquidades de vuestros padres, dice Yahvé, que quemaron incienso en los montes y me ultrajaron en los collados. Yo les mediré en el seno el salario de sus obras pasadas.


arillo en tus narices, zarcillos en tus orejas y espléndida diadema en tu cabeza.


Y haré que deje de oírse en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén el son de los cantos de alegría y de regocijo, los cantos del esposo y de la esposa, porque no habrá más que desolación en esta tierra.


Dálet. — Los caminos de Sión están en luto por haber quien venga a las solemnidades. Todas sus puertas están desoladas, sus sacerdotes gimiendo, sus vírgenes escuálidas, y ella llena de amargura.


Ya no van los ancianos a la puerta, ya no cantan los jóvenes.


Tornaré en duelo vuestras solemnidades y en elegías vuestros cantos; haré que todos cubran de saco sus ríñones y se rapen las cabezas. Será duelo como el duelo por unigénito, y su remate será un día amargo.'


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