Miqueas 6:9 - Biblia Nacar-Colunga

⁹ La voz de Yahvé interpela a la ciudad (sabiduría es temer tu nombre): Oye, tribu; oye, asamblea de la ciudad:'

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Biblia Reina Valera 1960

⁹ La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ ¡Si son sabios, teman al Señor! Su voz llama a todos en Jerusalén: «Los ejércitos de destrucción se acercan; el Señor los envía.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Resuena la voz de Yavé en la ciudad: Escuchen, tribus, óyeme asamblea de la ciudad.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ ¡Oh tribu, oye! La voz de YHVH clama a la ciudad: Él salvará a los que temen su Nombre, A quienes aún ha de congregar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Oigo que Yahveh clama a la ciudad: 'Escuchad, tribu y asamblea de la ciudad:

Miqueas 6:9 Перекрёстные ссылки

Apocalipsis 3:19

Yo reprendo y corrijo a cuantos amo: ten, pues, celo y arrepiéntete.

Sofonías 3:2

No quiso escuchar, no se dejó enseñar, no quiso acercarse a su Dios.

Oseas 14:9

¿Qué tendrá que ver ya Efraím con los ídolos? Yo, que le afligí, le haré dichoso. Por mí, que soy como ciprés, siempre verde, recogerá él sus frutos.

Isaías 30:27

He aquí el nombre de Yahvé, que viene de lejos, Arde su cólera y es pesado el humo que sube; sus labios están llenos de furor, su lengua es como luego devorador.'

Miqueas 3:12

Por eso, por vosotros será Sión arada como un campo, y Jerusalén se convertirá en ruinas, y el monte del templo será un breñal.

Amós 6:1

Ay de los descuidados en Sión! Ay de los confiados en Samaría ! Atended a las más antiguas de las naciones e id a ellas, casa de Israel.

Amós 2:5

yo pondré fuego a Judá, que devorará los palacios de Jerusalén.

Oseas 13:16

(TEXTO OMITIDO)

Jeremías 26:18

Miqueas de Morasti profetizó en tiempo de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá: Así dice Yahvé de los ejércitos: Sión será arada como campo de labor, Jerusalén será un montón de ruinas, y el monte del templo será una selva.

Jeremías 26:6

yo haré de esta casa lo que hice de Silo, y de esta ciudad haré la maldición de todos los pueblos de la tierra.

Isaías 66:6

Voces, alborotos de la ciudad, voces que salen del templo. Es la voz de Yahvé, que da a sus enemigos el pago merecido.

Isaías 27:10

Pues la ciudad fuerte quedó solitaria, morada desamparada y abandonada como el desierto. Allí se apacienta el becerro, allí se echa y allí ramonea.

Isaías 26:11

Alzada está tu mano, ¡oh Yahvé! no la ven; verán, confundidos, tu celo por el pueblo, y el fuego de tus enemigos los devorará.'

Isaías 9:13

Pero el pueblo no se ha vuelto al que le hería, no ha buscado a Yahvé de los ejércitos.

Proverbios 22:3

El cuerdo ve el peligro y se esconde, pero el necio sigue adelante y la paga.

Salmos 107:43

¿Quién es sabio y guarde estas cosas y comprenda los favores de Yahvé?

Salmos 83:18

Sean para siempre confundidos y aterrados, sean llenos de vergüenza y perezcan,

Salmos 48:10

Considerarnos, ¡oh Dios! tu piedad en medio de tu templo.

Salmos 9:16

Tet. Cayeron las gentes en la hoya que ellos mismos excavaron, enredáronse sus pies en la red que ocultamente tendieron.

Job 10:2

Quiero decir a Dios: “¡No me condenes, dame a saber por qué te querellas de mí!”

Job 5:17

¡Dichoso el hombre a quien corrige Dios! No desdeñes, pues, la corrección del Omnipotente.

2 Samuel 21:1

Hubo en tiempo de David un hambre que duró tres años continuos; y David consultó a Yahvé, que le respondió: “Es por la casa de Saúl y por la sangre que hay sobre ella, por haber hecho perecer a los gabaonitas.”

Jeremías 47:7

¿Cómo va a cesar, si es Yahvé quien la manda? Contra Ascalón y la costa del mar ha sido dirigida.

Miqueas 6:8

¡Oh hombre! bien te ha sido declarado lo que es bueno y lo que de ti pide Yahvé: hacer justicia, amar el bien y caminar en la presencia de tu Dios.

Miqueas 6:10

¿Voy a perder de vista la casa del impío, los tesoros de iniquidad y el detestable “efá” escaso ?

Job 23:14

Porque El cumplirá su decreto, ¡como tantos otros de El!

Ezequiel 7:9

No se apiadará mi ojo, no tendré compasión, sino que echaré sobre ti tus obras, y pondré en tu seno tus abominaciones, y sabrás que yo, Yahvé, os hiero.