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Marcos 8:34 - Biblia Nacar-Colunga

34 Llamando a la muchedumbre y a los discípulos, les dijo: El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

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Biblia Reina Valera 1960

34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Entonces llamó a la multitud para que se uniera a los discípulos, y dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: 'El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Y llamando a la gente junto con sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,° tome su cruz y sígame,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Y llamando junto a sí al pueblo, juntamente con sus discípulos, les dijo: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y sígame.

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Marcos 8:34
43 Перекрёстные ссылки  

y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.


Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen,


rompiendo el reino de la casa de David y dándotelo a ti. Pero tú no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos y me siguió de todo su corazón, no haciendo más que lo recto a mis ojos;'


Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.


y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y aunque al presente vivo en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.


En esto hemos conocido la caridad, en que El dio su vida por nosotros; y nosotros debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos.'


Sólo a mi siervo Caleb, que con espíritu del todo diferente me siguió enteramente, le haré yo entrar en esa tierra donde ha estado ya, y su descendencia la tendrá en posesión.


Entonces dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz y sígame.


para conocerle a El y el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, conformándome a El en la muerte,


y si hijos, también herederos de Dios, coherederos de Cristo, supuesto que padezcamos con El, para ser con El glorificados.


Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.


Mortificad, pues, vuestros miembros terrenos, la fornicación, la impureza, la liviandad, la concupiscencia y la avaricia, que es una especie de idolatría,


Pero cuanto tuve por ventaja, lo reputo daño por amor de Cristo,


Cuanto a mí, no quiera Dios que me gloríe sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo;'


Cada día muero; os lo juro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en Jesucristo nuestro Señor.'


pues sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con El, para que fuera destruido el cuerpo del pecado y ya no sirvamos al pecado.


Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.


considerando que pronto veré abatida mi tienda, según nos lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.


antes habéis de alegraros en la medida en que participáis en los padecimientos de Cristo, para que en la revelación de su gloria exultéis de gozo.


enseñándonos a negar la impiedad y los deseos del mundo, para que vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo,


Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia.


confirmando las almas de los discípulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones nos es preciso entrar en el reino de Dios.


Oyendo esto Jesús, le dijo: Aún te queda una cosa: Vende cuanto tienes y repártelo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.


Esforzaos a entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos serán los que busquen entrar y no podrán;'


Al salir encontraron a un hombre de Cirene, de nombre Simón, al cual requisaron para que llevase la cruz.


Nada temas por lo que tienes que padecer. Mira que el diablo os va a arrojar a algunos en la cárcel para que seáis probados, y tendréis una tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.


Salgamos, pues, a El, fuera del campamento, cargados con su oprobio,


Porque hemos oído que algunos viven entre vosotros en la ociosidad, sin hacer nada, sólo ocupados en curiosearlo todo.


En que siendo libre con relación a todos, me hago siervo de todos para ganar el mayor número,


Por lo cual, si mi comida ha de escandalizar a mi hermano, no comeré carne jamás, por no escandalizar a mi hermano.


que, llevando su cruz, salió al sitio llamado Calvario, que en hebreo se dice “Gólgota,”


Oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos:


Jesús, poniendo en él los ojos, le amó, y le dijo: Una sola cosa te falta; vete, vende cuanto tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme.'


Llamando de nuevo a la muchedumbre, les decía: Oídme todos y entended:


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