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Levítico 8:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 le puso el pectoral con el “urim” y el “tummin,”

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Biblia Reina Valera 1960

8 Luego le puso encima el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim y Tumim.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Después Moisés puso el pectoral sobre Aarón y colocó adentro el Urim y el Tumim.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Luego le puso el escapulario llamado Pectoral, en el que despositó el Urim y el Tumin (o sea, dados para consultar a Yavé).

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Le puso encima el pectoral, y en el pectoral colocó el Urim° y el Tumim.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 A continuación le colocó el pectoral, en el cual introdujo los urim y los tummim.

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Levítico 8:8
13 Перекрёстные ссылки  

y el gobernador les prohibió comer las cosas santas mientras un sacerdote no consultase los “urim” y “tummim.”


Pero nosotros, hijos del día, seamos sobrios, revestidos de la coraza de la fe y de la caridad y del yelmo de la esperanza en la salvación.


Estad, pues, alerta, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestida la coraza de la justicia,


Y se revistió de la justicia como de coraza, y puso en su cabeza el casco de la salvación, y se vistió de vestiduras de venganza, y se cubrió de celo como de manto.


Esposa. Ponme como un sello sobre tu corazón, ponme en tu brazo como sello. Que es fuerte el amor como la muerte y son como el “seol” duros los celos. Son sus dardos saetas encendidas, son llamas de Yahvé.


Que se presente al sacerdote Eleazar, que consultará por él el juicio del “urim” ante Yahvé; y, según este juicio, saldrán y entrarán los hijos de Israel y toda la asamblea con él.”


A Leví le dijo: “Da a Leví tus “tummim,” y tus “urim” a tu favorito, a quien probaste en Massá y con quien contendiste en las aguas de Meribá.


Yo me le elegí de entre todas las tribus de Israel para sacerdote, para que subiese al altar a quemar el incienso y para que llevase ante mí el efod. Yo di a la casa de tu padre todas las combustiones de los hijos de Israel.


Consultó a Yahvé, pero Yahvé no le respondía ni por sueños, ni por los “urim,” ni por profetas,


y les mandó el “tirsata” que no comiesen de las cosas santas hasta que hubiese sacerdote con “urim” y “tummim.”


“He aquí lo que has de hacer para consagrar los sacerdotes a mi servicio: tomarás de entre el ganado un novillo y dos carneros, todos sin tacha;'


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