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Jeremías 50:42 - Biblia Nacar-Colunga

42 Empuñan el arco y el venablo, son crueles y sin piedad. Su estrépito es como el mugido del mar; montan caballos, vienen con todos los pertrechos de guerra contra ti, hija de Babel.'

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Biblia Reina Valera 1960

42 Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán compasión; su voz rugirá como el mar, y montarán sobre caballos; se prepararán contra ti como hombres a la pelea, oh hija de Babilonia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

42 Están armados con arcos y lanzas. Son crueles y no tienen compasión de nadie. Cuando avanzan sobre sus caballos se oyen como el rugido del mar. Vienen en formación de batalla con planes de destruirte, Babilonia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Empuñan el arco y la lanza, son bárbaros y crueles; su griterío es como el rugido del mar; andan a caballo; cada hombre está equipado para la batalla para atacarte a ti, hija de Babilonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

42 Empuñan arco y jabalina; son crueles e implacables; su voz es como la del mar rugiente, y cabalgan contra ti, oh hija de Babilonia, en formación de guerra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Manejan arco y venablo, son crueles e implacables. Como el bramido del mar es su estruendo. Montan caballos, alineados como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Babel.

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Jeremías 50:42
23 Перекрёстные ссылки  

Habrá aquel día un bramar contra ellos, como bramido del mar; mirarán a la tierra, y no habrá sino tiniebla y tribulación; se oscurecerá la luz en los cielos.'


al estrépito de los cascos de sus caballos, al estruendo de los carros, al retumbar de sus ruedas. Los padres no cuidan de sus hijos, se les debilitan los brazos.


Ya se oye desde Dan el relinchar de los caballos, Al estruendo de los relinchos de sus corceles, tiembla la tierra toda. Ya vienen a devorar la tierra y cuanto hay en ella, la ciudad y cuantos la habitan.


Estaba yo airado contra mi pueblo, y dejé profanar mi heredad y la entregué en tus manos. Tú no tuviste piedad e hiciste pesar tu yugo sobre los ancianos.


Pues que derramaban la sangre de los santos y de los profetas, tú les has dado a beber sangre; bien se lo merecen.'


Porque sin misericordia será juzgado el que no hace misericordia. La misericordia aventaja al juicio.


Aprestaos contra Babel en sus contornos cuantos tendéis el arco. Combatidla, no escatiméis las saetas, porque pecó contra Yahvé.


El que castigaba los pueblos con furor, sin cansarse de fustigar; el que en su cólera subyugaba las naciones bajo un yugo sin piedad.'


No se quitan de sus lomos el cinturón, ni se desatan la correa de sus zapatos. Sus flechas son agudas, y tensos sus arcos. Los cascos de sus caballos son de pedernal, y las ruedas de sus carros un torbellino.


Mira a tu alianza, pues está la desdichada tierra llena de violencias.


En medio de ella está Dios: no será conmovida. Dios la socorrerá desde el clarear de la mañana,


Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. No más trono, siéntate en la tierra, hija de los caldeos. Ya no te llamarán más la delicada y tierna.


Todos tus amadores te han olvidado, no preguntan por ti, pues yo te herí como hiere un enemigo, con cruel castigo, por tus grandes maldades, por la magnitud de tus pecados.


porque he aquí que voy a suscitar y lanzar contra Babel un conglomerado de grandes naciones procedentes del norte, que se aprestarán contra ella, y desde allí será conquistada. Sus saetas, como de guerreros adiestrados, no volverán de vacío.


Alzad bandera en la tierra, tocad las trompetas en las naciones, santificad (para la guerra) contra ella las gentes, convocad contra ella los reinos de Ararat, de Minni y Askenaz. Instituid contra ella oficiales, lanzad contra ella los caballos 1 como langostas hirsutas.


Por eso así dice el Señor, Yahvé: Heme aquí contra ti, ¡oh Tiro! Yo haré subir contra ti pueblos numerosos, como hace subir el mar sus olas”


Como ruido de carros sobre las cimas de los montes, como crepitar de las ardientes llamas que devoran la paja, como pueblo robusto en orden de batalla.


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