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Jeremías 5:6 - Biblia Nacar-Colunga

6 Por eso los herirá el león en la selva, los devastará el lobo del desierto, y el tigre rondará sus ciudades. Cuantos salgan de ellos serán despedazados, porque se han multiplicado sus crímenes y se aumentaron sus apoetasías.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Por tanto, el león de la selva los matará, los destruirá el lobo del desierto, el leopardo acechará sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere será arrebatado; porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces ahora un león de la selva los atacará; un lobo del desierto se les echará encima. Un leopardo acechará cerca de sus ciudades, y hará trizas a quien se atreva a salir. Pues grande es la rebelión de ellos, y muchos son sus pecados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Por esto, el león de la selva los ataca, el lobo de las estepas los destroza y la pantera está acechando a la puerta de sus ciudades, lista para despedazar al que salga, porque son muchos sus pecados y numerosas sus rebeldías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Por tanto el león del bosque los mata, El lobo del desierto los destruye; El leopardo acecha en torno a sus ciudades, Cualquiera que salga de ellas será despedazado, Porque sus transgresiones son muchas, Y son agravadas sus reincidencias.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Por eso los va a herir el león de la selva, el lobo de la estepa los devorará. El leopardo acecha junto a sus ciudades, todo el que salga de ellas será despedazado, porque muchas son sus transgresiones, sus apostasías son muy graves.

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Jeremías 5:6
38 Перекрёстные ссылки  

Sus príncipes son en medio de ella rugientes leones; sus jueces, lobos nocturnos, que no dejan nada que roer para la mañana.'


Sus caballos son más ligeros que el tigre, más voraces que lobos nocturnos. Sus jinetes avanzan con insolencia, sus caballos vienen de lejos, volando como el águila que se precipita para devorar.


El león ha subido de su espesura, el devastador de pueblos está en marcha, ha salido de su lugar para devastar tu tierra y asolar tus ciudades hasta no dejar en ellas morador.


sus príncipes son como lobos, que despedazan la presa, derramando sangre, destruyendo las almas, para dar pábulo a su avaricia.


Era la bestia que yo vi semejante a una pantera, y sus pies eran como de oso, y su boca como la boca de un león. Diole el dragón su poder, su trono y una autoridad muy grande.


Porque yo seré como león para Efraím y como cachorro de león para la casa de Judá. Yo, yo mismo cogeré la presa y me iré; yo la arrebataré, y nadie la salvará.'


Seguí mirando después de esto, y he aquí otra tercera, semejante a un leopardo, con cuatro alas de pájaro sobre su dorso y con cuatro cabezas, y le fue dado el dominio.


La primera bestia era como león con alas de águila. Yo estuve mirando hasta que le fueron arrancadas las alas y fue levantado de la tierra, poniéndose sobre los pies a modo de hombre, y le fue dado corazón de hombre.


Mas todavía acrecentó sus fornicaciones, trayendo a su memoria los días de su mocedad, cuando había fornicado en la tierra de Egipto.


y en cada calle un prostíbulo, mancillando tu hermosura, entregándote a cuantos pasaban y multiplicando tus prostituciones.


He. — Prevalecieron sus enemigos y prosperaron los que la aborrecían, pues la afligió Yahvé por la muchedumbre de sus rebeldías; sus niños fueron a la cautividad delante del enemigo.'


He aquí que como un león subirá desde los boscajes del Jordán a los pastos siempre verdes. En un momento los arrojaré de ellos y estableceré sobre ella a quien me plazca; pues ¿quién como yo? ¿Quién me pedirá cuentas? ¿Quién es pastor que me hará frente?'


No volverá atrás la cólera de Yahvé hasta ejecutar y cumplir los designios de su corazón. Vosotros los conoceréis al fin de los tiempos.


Todos tus amadores te han olvidado, no preguntan por ti, pues yo te herí como hiere un enemigo, con cruel castigo, por tus grandes maldades, por la magnitud de tus pecados.


Ha abandonado como león joven su guarida, pues ha sido devastada su tierra ante la espada destructora, ante el furor de su ira.


Aunque nuestras maldades clamen contra nosotros, obra, Yahvé, por la gloria de tu nombre. Porque muchas son nuestras rebeldías. Hemos pecado contra ti.


Sírvante de castigo tus perversidades, y de escarmiento tus apostasías. Reconoce y advierte cuan malo y amargo es apartarte de Yahvé, tu Dios, y no poseer mi temor, oráculo del Señor, Yahvé de los ejércitos.


¿Todo esto no lo ha traído sobre ti el haberte apartado de Yahvé, tu Dios?


Han hecho de su tierra un desierto, han quemado y despoblado sus ciudades.


Porque son ante ti numerosas nuestras iniquidades, y nuestros pecados dan testimonio contra nosotros. Con nosotros están nuestros crímenes, y conocemos nuestras iniquidades:


Tú extiendes las tinieblas, y es de noche, y en ella corretean todas las bestias del bosque.


Levantóse Esdras, sacerdote, y dijo: “Habéis prevaricado tomando mujeres extrañas, añadiendo prevaricaciones a la iniquidad de Israel.


¡Dios mío! Estoy confuso y avergonzado, Dios mío, y no me atrevo a levantar a ti mi rostro, porque nuestras iniquidades se han multiplicado por encima de nuestra cabeza, y nuestros delitos suben hasta el cielo.


Y ahora vosotros sucedéis a vuestros padres, prole de pecadores, para encender más todavía la cólera de Yahvé contra Israel.


¿Por qué has derribado su albarrada y la vendimian los que pasan por el camino?


¿Por qué, pues, la rebeldía de este pueblo, Jerusalén i, y su aversión? Se ha aferrado a la mentira y rehusa convertirse.


¿A qué gritas por tu herida? Es incurable tu mal. Por tus grandes maldades, por la magnitud de tus pecados, te he tratado así.


También todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron sus prevaricaciones, siguiendo las abominaciones de las gentes y contaminando la casa de Yahvé, que él había santificado en Jerusalén.


Y si la levanto, tú me cazarás como león, y contra mí vuelves a hacer ostentación de tu poder.


tus príncipes son prevaricadores y compañeros de bandidos* Todos aman el soborno y van tras los presentes. No hacen justicia al huérfano, y la causa de la viuda no tiene acceso a ellos.


Oíd los de esta generación la palabra de Yahvé: ¿Por ventura soy yo para Israel un desierto o una tierra tenebrosa ? ¿Por qué dice mi pueblo: Somos libres, no iremos más en pos de ti?


La cigüeña en el cielo conoce su estación; la tórtola, la golondrina y la grulla guardan los tiempos de sus migraciones, pero mi pueblo no conoce el derecho de Yahvé!'


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