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Jeremías 39:5 - Biblia Nacar-Colunga

5 El ejército de los caldeos los persiguió, y alcanzó a Sedecías en las estepas de Jericó, llevándole preso a Nabucodonosor, rey de Babilonia, que estaba en Ribla, en la tierra de Jamat. El rey de Babilonia pronunció contra él su sentencia.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Pero el ejército de los caldeos los siguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; y le tomaron, y le hicieron subir a Ribla en tierra de Hamat, donde estaba Nabucodonosor rey de Babilonia, y le sentenció.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Sin embargo, las tropas babilónicas los persiguieron y alcanzaron a Sedequías en las llanuras de Jericó. Lo capturaron y lo llevaron ante el rey Nabucodonosor de Babilonia, que se encontraba en Ribla, en la tierra de Hamat. Allí el rey de Babilonia dictó sentencia contra Sedequías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Pero las tropas de los caldeos salieron en su persecución y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó, lo tomaron preso y lo llevaron a la presencia de Nabucodonosor, que estaba en Ribla, en tierra de Jamat, el cual lo sometió a juicio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Pero el ejército de los caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó, y habiéndolo prendido, lo llevaron donde estaba Nabucodonosor rey de Babilonia, a Ribla en tierra de Hamat, y allí lo sentenció.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Pero las tropas de los caldeos los persiguieron y dieron alcance a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo prendieron y lo llevaron a Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Riblá, en el país de Jamat, el cual dictó sentencia contra él.

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Jeremías 39:5
26 Перекрёстные ссылки  

El faraón Necao le encadenó en Ribla, en tierra de Jamat, y le destronó, e impuso a las gentes de la tierra una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro.


Los hijos de Israel acamparon en Caígala; y allí, el día catorce del mes, celebraron la Pascua, a la tarde, en los llanos de Jericó.'


Y todas las mujeres y tus hijos serán llevados a los caldeos, y tú no escaparás a sus manos, sino que serás entregado al rey de Babilonia, y esta ciudad será incendiada.


pero, si no sales a entregarte a los jefes del rey de Babilonia, caerá esta ciudad en manos de los caldeos, que la incendiarán, y tú no te escaparás de sus manos.


Unos cuarenta mil hombres de ellos, armados en guerra, pasaron ante Yahvé a los llanos de Jericó.


Res. — El que era el aliento de nuestra boca, el ungido de fue capturado en su trampa, Yahvé, aquel de quien decíamos: A su sombra viviremos entre las naciones.


Guímel. — Emigró Judá a causa de la aflicción y de la gran servidumbre; está sentada entre las gentes sin hallar reposo; todos sus perseguidores le dieron alcance y la estrecharon.'


un viento impetuoso me llega. Ahora voy también yo a pronunciar castigos contra ellos.


Por lo que trajo Yahvé contra ellos a los jefes del ejército del rey de los asirios, que apresaron a Manases y, cargado de grillos y cadenas, se lo llevaron a Babilonia.


Apresaron al rey y le llevaron al rey de Babilonia, a Ribla, y le sentenciaron.


El rey de Asiría mandó gentes de Babilonia, de Cuta, de Avá, de Jamat y de Sefarvaím, y las estableció en las ciudades de Samaría en lugar de los hijos de Israel. Se posesionaron de Samaría y habitaron en sus ciudades.


Cuando Tou, rey de Jamat, supo que David había derrotado a todas las fuerzas de Hadadezer,


cinco príncipes de los filisteos; todos los cananeos; los sidonios, y los jéteos que habitaban el monte Líbano, desde el monte Baal Hermón hasta la entrada de Jamat.'


la tierra de los gueblitas y todo el Líbano a oriente, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Hamat;'


-(20) Cua1 es su terreno, si fértil o pobre, si con árboles o sin ellos. Animaos y traed algunos frutos de esa tierra.” Era esto al tiempo de las primeras uvas.


Y después de esto — oráculo de Yahvé — , a Sedecías, rey de Judá, y a sus servidores y al pueblo, a cuantos en esta ciudad se salven de la peste, de la espada y del hambre, los pondré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida, que los pasarán a filo de espada sin compasión, sin piedad, sin misericordia.


Y de los higos malos, que de malos no pueden comerse, de éstos dice Yahvé: Así haré yo de Sedecías, rey de Judá, y de sus grandes y del resto de Jerusalén que quedaron en esta tierra, y de los que habitan en el país de Egipto.


Así dice Yahvé: Yo entregaré al faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida.


Sobre Damasco. Jamat y Arpad están cubiertas de vergüenza, les ha llegado una mala nueva, se conturbaron y se agitan como el mar, y no hallan descanso.


Y vendrán contra ti con estrépito de carros y ruedas, con escudos, paveses y capacetes; se ordenarán en batalla de todas partes contra ti. Yo les he entregado a ellos tu juicio y te juzgarán según sus leyes.'


Es espantoso y terrible; su derecho y su elación sólo de él emanan.'


Tus caudillos huyeron todos a la vez, han sido apresados sin arco; y todos tus valientes han sido tomados en masa, huían lejos.'


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