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Jeremías 36:26 - Biblia Nacar-Colunga

26 y mandó el rey a Jeremiel, hijo de Amelec, y a Sarayas, hijo de Ezriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que apresaran a Baruc, escriba, y a Jeremías, profeta; pero Yahvé los ocultó.'

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Biblia Reina Valera 1960

26 También mandó el rey a Jerameel hijo de Hamelec, a Seraías hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel, para que prendiesen a Baruc el escribiente y al profeta Jeremías; pero Jehová los escondió.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Entonces el rey mandó a su hijo Jerameel, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, para que arrestaran a Baruc y a Jeremías; pero el Señor los había escondido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 En seguida, el rey ordenó a Jeramiel, a Seraías y a Selemías que tomaran preso al secretario Baruc y al profeta Jeremías, pero Yavé los ocultó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y el rey envió a Jerameel ben Hamelec, a Seraías ben Azriel y a Selemías ben Abdeel, para que apresaran a Baruc el escriba y al profeta Jeremías, pero YHVH los escondió.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 sino que el rey ordenó a Yerajmeel, hijo del rey; a Serayas, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, que prendieran a Baruc, el secretario, y a Jeremías, el profeta; pero Yahveh los escondió.

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Jeremías 36:26
34 Перекрёстные ссылки  

El que habita al amparo del Altísimo y mora a la sombra del Todopoderoso,


Y él respondió: “He sentido vivo celo por Yahvé Sebaot, porque los hijos de Israel han roto tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas, de los que sólo quedo yo, y me buscan para quitarme la vida.”


El respondió: “He sentido vivo celo por Yahvé Sebaot, porque los hijos de Israel han roto tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas, de los que sólo he quedado yo, y me están buscando para quitarme la vida.”


“Pártete de aquí, vete hacia el oriente y escóndete junto al torrente de Querit, al este del Jordán.


Entonces Pedro, vuelto en sí, dijo: Ahora me doy cuenta de que realmente el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de las manos de Herodes y de toda la expectación del pueblo judío.


Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tus puertas tras de ti, ocúltate por un poco, mientras pasa la cólera.


Oye, ¡oh Dios! la voz de mis quejas, defiende mi vida del terrible enemigo;'


Pues El me pondrá en seguro en su tienda el día de la desventura, me tendrá a cubierto en su pabellón, me pondrá en alto sobre su roca.


Estas palabras las dijo Jesús en el gazofilacio, enseñando en el templo, y nadie puso en El las manos, porque aún no había llegado su ñora.


Y dijeron los magnates a Baruc: Ve y escóndete, y que se esconda también Jeremías, sin que sepa nadie dónde estáis.


Y le dijo Jeremías a Baruc: Yo estoy impedido de poder ir a la casa de Yahvé;'


Al maestro del canto. Sobre “No destruyas.” Miktam. De David, cuando huyó delante de Saúl en la caverna.


Tú eres mi asilo; de la angustia me guardas, de cantos de liberación me rodeas, Seldh ll.'


y cuando Jezabel exterminaba a los profetas de Yahvé, escondió a cien profetas, de cincuenta en cincuenta, por cincuenta días en cavernas, proveyéndoles de pan y de agua.


Pues los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes para que, si alguno supiese dónde estaba, lo indicase, a fin de prenderle.


Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se ocultó y salió del templo.'


Oyeron los fariseos a la muchedumbre que cuchicheaba acerca de El, y enviaron los príncipes de los sacerdotes y los fariseos alguaciles para que le prendiesen.


En vano os he castigado; vuestros hijos no aceptaron la corrección, La espada ha devorado a vuestros profetas como león devastador.'


Y te combatirán, pero no te podrán, porque yo estaré contigo para salvarte, dice Yahvé.


“Levántate y vete a Sarepta, de Sidón, y mora allí. Yo he dado orden a una mujer viuda para que te mantenga.”


guardará tus salidas y tus entradas desde ahora y por siempre.


El rey de Israel dijo: “Toma a Miqueas y llévalo a Amón, prefecto de la ciudad, y a Joás, hijo del rey,


Pero Josaba, hija del rey Joram y hermana de Ocozías, cogió a Joás, hijo de Ocozías, y le sacó furtivamente de entre los hijos del rey cuando los estaban asesinando, ocultándole de Atalía, a él y a su nodriza, en la cámara dormitorio, y así pudo aquél escapar a la muerte.


y decid: Esto dice el rey: Meted a éste en la carcel y mantenedle con pan de aflicción y agua de angustia hasta que yo vuelva en paz.”


“No toquéis a mis ungidos, no hagáis mal a mis profetas.”


En favor de Jeremías intervenía Ajicam, hijo de Safan, para evitar que fuese entregado en manos del pueblo para matarle.


Prendieron, pues, a Jeremías y le metieron en la cisterna de Melquías, hijo del rey, que está en el vestíbulo de la cárcel, bajándole con cuerdas a la cisterna, en la que no había agua, aunque sí lodo, y quedó Jeremías metido en el lodo.


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