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Jeremías 33:24 - Biblia Nacar-Colunga

24 ¿No ves lo que dicen estas gentes?: “Las dos familias que eligió Yahvé, las dos las ha repudiado,” y desprecian a mi pueblo por no ser ya a sus ojos una nación.

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

24 ¿No has echado de ver lo que habla este pueblo, diciendo: Dos familias que Jehová escogiera ha desechado? Y han tenido en poco a mi pueblo, hasta no tenerlo más por nación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 «¿Te has dado cuenta de lo que la gente dice?: “¡El Señor eligió a Judá y a Israel pero luego los abandonó!”. En son de burla dicen que Israel no es digno de ser considerado una nación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 ¿No te has fijado en lo que esta gente comenta? Que Yavé ha dejado a un lado a las dos familias que había escogido, y, por eso, desprecian a mi pueblo, que para ellos ya no es una nación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 ¿No oyes lo que dice este pueblo: Las dos familias que YHVH había escogido las ha desechado? Así desprecian a mi pueblo, y no lo tienen por nación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 '¿No ves lo que dice este pueblo: 'Las dos familias que Yahveh había escogido, las ha rechazado', y menosprecian así a mi pueblo, de modo que para ellos ya no es una nación?

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Jeremías 33:24
29 Перекрёстные ссылки  

Tienden asechanzas a tu pueblo y se conjuran contra tus protegidos.


Y haré de ellos en la tierra, en los montes de Israel, un solo pueblo, y todos tendrán un solo rey; nunca más serán dos naciones, nunca más estarán divididos en dos reinos,'


Así habla el Señor, Yahvé: Pues que el enemigo dijo de vosotros: ¡Ea! Son ruinas perpetuas, se nos dan en posesión a nosotros.


Hijo de hombre, por haber dicho Tiro de Jerusalén: ¡Bien! Ha sido rota la puerta de los pueblos, vendrán a mí, yo me llenaré, y ella está desierta!


Di a los hijos de Amón: Oíd la palabra del Señor, Yahvé. Así habla el Señor, Yahvé: Pues que tú dijiste “Bien” cuando era profanado mi santuario y la tierra de Israel era asolada y llevada la casa de Judá al cautiverio,


Sámec. — ¡Apartaos! ¡Un inmundo! les gritaban. ¡Apartaos, apartaos! ¡No toquéis! Cuando huyeron y anduvieron errantes, decíase entre las naciones: ¡No pueden quedarse!


Ciertamente te restituiré a la salud, pues voy a sanar tus heridas — oráculo de Yahvé — , porque te llamaron la “desterrada,” Sión, de quien nadie se cuida.


Pues no abandona Yahvé a su pueblo, no desampara su heredad,


diciendo: “Dios le ha dejado; perseguidle y cegedle, que no habrá quien le libre.”


Y hará venir Yahvé sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre días cuales nunca vinieron desde que Efraím se separó de Judá.


Y cesará la envidia de Efraím, y serán destruidos los enemigos de Judá, y Judá no será más enemigo de Efraím.


Yo dije: Después de haber hecho todas estas cosas, vuelve a mí. Pero no se volvió. Vio esto su pérfida hermana Judá.


Vio que por todo cuanto había adulterado la rebelde Israel habíala despedido y dado el libelo de repudio, pero no temió la pérfida Judá, su hermana, sino que fue y fornicó ella también.


Así dice Yahvé: Si pueden medirse arriba los cielos y descubrirse por abajo los fundamentos de la tierra, entonces repudiaré yo a toda la descendencia de Israel por lo que han hecho, oráculo de Yahvé.


Y recibió Jeremías palabra de Yahvé, diciendo:


entonces repudiaré yo a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, prohibiendo tomar de su progenie jefes para la raza de Abraham, de Isaac, de Jacob, pues yo haré volver a mis cautivos, tendré piedad de ellos.


No son ya Israel ni Judá viudas de su Dios, Yahvé de los ejércitos. Porque su tierra está llena de crímenes ante el Santo de Israel.


y, llegados a las gentes a donde fueron, éstas profanaron mi santo nombre, diciendo de ellos: “Estos son el pueblo de Yahvé, han sido echados de su tierra.”


Díjome entonces: Hijo de hombre, esos huesos son la entera casa de Israel. Andan diciendo: Se han secado nuestros huesos, ha fallado nuestra esperanza, estamos perdidos.


Dicen: “Venid y borrémoslos de entre las naciones; no haya más memoria del nombre de Israel.”


Si dejaran de regir estas leyes ante mí — oráculo de Yahvé — , también cesará la descendencia de Israel de ser ante mí una nación por siempre,


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