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Jeremías 31:25 - Biblia Nacar-Colunga

25 Porque yo saciaré a toda alma desfallecida y hartaré a toda alma languideciente.

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

25 Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Pues le he dado descanso al fatigado y al afligido, alegría».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Yo daré de beber al alma agotada y saciaré a la que se desmaya.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Saciaré al alma cansada, y satisfaceré a toda alma entristecida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Calmaré las gargantas resecas, saciaré las almas hambrientas.

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Jeremías 31:25
14 Перекрёстные ссылки  

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos.


pero el que beba del agua que yo le diere no tendrá jamás sed; que el agua que yo le dé se hará en él una fuente que salte hasta la vida eterna.'


Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviaré.


Porque sació al famélico, y al hambriento le llenó de sus bienes.


Saciaré a los sacerdotes de la grosura de las víctimas, y se hartará mi pueblo de mis bienes, oráculo de Yahvé.


Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la llegada de Tito:


El Señor, Yahvé, me ha dado lengua de discípulo para saber sostener con palabras al cansado. Cada mañana despierta mis oídos para que oiga como discípulo;'


A los hambrientos los llenó de bienes, y a los ricos los despidió vacíos.


Cada uno será como abrigo contra el viento, corno refugio contra la tempestad, como corriente de agua en tierra sedienta, como sombra de una gran roca en tierra desértica.


El da vigor al fatigado y multiplica las fuerzas del débil.


Vienen dando gritos de júbilo por las alturas de Sión, afluyendo para gozar de los bienes de Yahvé: el trigo, el vino, el aceite, los corderos y los terneros; y será su alma como jardín regado, y no volverán a languidecer.'


Las apacentaré en pastos pingües y tendrán su ovil en las altas cimas de Israel. Allí tendrán cómoda majada y pingües pastos en los montes de Israel.


Recrea mi alma, me guía por las rectas sendas por amor de su nombre.


Los pobres, los menesterosos, buscan el agua y no la hallan; su lengua está seca por la sed, pero yo, Yahvé, los oiré; yo, Dios de Israel, no los abandonaré.'


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