Biblia Todo Logo
Онлайн Библия

- Реклама -





Isaías 9:7 - Biblia Nacar-Colunga

7 para dilatar el imperio y para una paz ilimitada sobre el trono de David y de su reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y en la justicia desde ahora para siempre jamás. El celo de Yahvé de los ejércitos hará esto.

См. главу Копировать


Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

См. главу Копировать

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!

См. главу Копировать

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 El Señor ha lanzado una sentencia contra Jacob, y ha caído en Israel.

См. главу Копировать

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Lo dilatado de su principado y la paz no tendrán fin Sobre el trono de David y sobre su reino, Para disponerlo y afirmarlo con la justicia y el derecho Desde ahora y para siempre. ¡El celo de YHVH Sebaot hará esto!

См. главу Копировать

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Un mensaje ha enviado el Señor a Jacob y ha caído en Israel.

См. главу Копировать




Isaías 9:7
34 Перекрёстные ссылки  

En tiempo de esos reyes, el Dios de los cielos suscitará un reino que no será destruido jamás y que no pasará a poder de otro pueblo; destruirá y desmenuzará a todos esos reinos, mas él permanecerá por siempre.'


Fuele dado el señorío, la gloria y el imperio, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron, y su dominio es dominio eterno, que no acabará, y su imperio, imperio que nunca desaparecerá.


Permanente será tu casa para siempre ante mi rostro, y tu trono estable por la eternidad.”


dándole el reino, el dominio y la majestad de todos los reinos de debajo del cielo al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino será eterno, y le servirán y obedecerán todos los señoríos.


Entonces el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro se desmenuzaron juntamente y fueron como tamo de las eras en verano; se los llevó el viento, sin que de ellos quedara traza alguna, mientras que la piedra que había herido a la estatua se hizo una gran montaña, que llenó toda la tierra.'


Pero al Hijo: “Tu trono, ¡oh Dios!, subsistirá por los siglos de los siglos, cetro de equidad es el cetro de tu reino.


He aquí que vienen días — oráculo de Yahvé — en que yo suscitaré a David un vástago justo, y reinará como rey prudentemente, y hará derecho y justicia en la tierra.


Porque saldrá de Jerusalén un resto, y sobrevivientes del monte de Sión; el celo de Yahvé de los ejércitos hará esto.'


Y el trono se afirmará por la clemencia, y se sentará sobre él en fidelidad, en la tienda de David, un juez que buscará el derecho y será pronto a la justicia.


“Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Pídeme, y haré de las gentes tu heredad, te daré en posesión los confines de la tierra.


Porque saldrá de Jerusalén un resto, y de la montaña de Sión los escapados, Y el celo de Yahvé hará esto.


Vi el cielo cubierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba es llamado Fiel, Verídico, y con justicia juzga y hace la guerra.


“He aquí que la virgen concebirá y parirá un hijo, Y le pondrá por nombre Emmanuel, Que quiere decir “Dios con nosotros.”


La multitud le contestó: Nosotros sabemos por la Ley que el Mesías permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que el Hijo del hombre ha de ser levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?


pero éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo.


El juzgará a las gentes, y dictará sus amonestaciones a numerosos pueblos, que de sus espadas harán rejas de arado, y de sus lanzas, hoces. No alzarán la espada gente contra gente, ni se ejercitarán para la guerra.


Y brotará un retoño del tronco de José y retoñará de sus raíces un vástago.


Alzada está tu mano, ¡oh Yahvé! no la ven; verán, confundidos, tu celo por el pueblo, y el fuego de tus enemigos los devorará.'


He aquí al Señor, Yahvé de los ejércitos, que viene con fortaleza, y su brazo dominará a favor suyo; he aquí que El viene con su salario y va delante de El su paga.'


Yahvé saldrá como un héroe, como guerrero se excita en su ardor. Lanzará gritos y alaridos y se portará como un héroe contra sus enemigos.


(8) Mía es la plata, mío es el oro, dice Yahvé de los ejércitos.


Подписывайтесь на нас:

Реклама


Реклама