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Isaías 66:5 - Biblia Nacar-Colunga

5 Oíd la palabra de Yahvé vosotros los que teméis su palabra: Han dicho vuestros hermanos, los que os aborrecen y os niegan por causa de mi nombre: “¡Que haga Yahvé muestra de su gloria, para que veamos vuestro contento!” Pero han de ser confundidos.

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

5 Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Escuchen este mensaje del Señor, ustedes que tiemblan ante sus palabras: «Su propio pueblo los odia y los expulsa por ser leales a mi nombre. “¡Que el Señor sea honrado! —se burlan—. ¡Alégrense en él!”. Pero ellos serán avergonzados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 ¡Oigan lo que les dice Yavé a ustedes que se estremecen por su palabra! Sus hermanos, que los odian y que no se juntan con ustedes por causa de mi Nombre, dicen: 'Que Yavé demuestre su poder, para que podamos ver la alegría de ustedes. Pero son ellos los que serán humillados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Oíd la palabra de YHVH, los que tembláis ante su palabra: Dicen vuestros hermanos que os aborrecen, Que os rechazan por causa de mi Nombre: ¡Muestre ahora su gloria YHVH, y veamos vuestro gozo! Pero ellos serán avergonzados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Escuchad la palabra de Yahveh, los que tembláis a su palabra: dicen vuestros hermanos que os odian, que os rechazan por causa de mi nombre: ¡Muestre su gloria Yahveh y veamos vuestra alegría! Pero ellos quedarán avergonzados.

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Isaías 66:5
32 Перекрёстные ссылки  

Todo eso, mis manos lo hicieron; todo esto es mío, dice Yahvé. Y a éste es al que yo miro: I al humilde y abatido de espíritu, al que tiembla ante mi palabra.'


Seréis aborrecidos de todos por mi nombre; el que persevere hasta el fin, ése será salvo.'


Y mis enemigos vivientes son poderosos, y se multiplican los que injustamente me odian.


Respondieron y dijéronle: Eres todo pecado desde que naciste, ¿? pretendes enseñarnos? Y le echaron fuera.


Cuando oyeron, pues, todo aquello, mostráronse unos a otros atónitos, y dijeron a Baruc: Tenemos que comunicar esto al rey,


Ay de los que dicen: Que venga pronto, que se dé prisa su obra, para que la veamos; que venga, que llegue, acabe su plan el Santo de Israel, y sepámoslo nosotros!'


No miréis que soy morena: es que me ha quemado el sol. Los hijos de mi madre, airados contra mí, me pusieron a guardar viñas; no era mi viña la que guardaba.'


No os maravilléis, hermanos, si el mundo os aborrece.


Y diciendo esto, quedaban confundidos todos sus adversarios, y toda la muchedumbre se alegraba de las obras prodigiosas que hacía.


El que menosprecia el mandato perecerá por ello; el que lo respeta tendrá su recompensa.'


así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para tomar sobre sí los pecados de todos, por segunda vez aparecerá, sin pecado, a los que le esperan para recibir la salud.


aguardando la bienaventurada esperanza y la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,


Os echarán de la sinagoga; pues llega la hora en que todo el que os quite la vida pensará prestar un servicio a Dios.'


De abandonada que eras, odiada y sin viandantes, te haré eterno prodigio, delicia de los siglos.


Por eso dice el Señor, Yahvé: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre. Mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed. Mis siervos cantarán, gozarán, y vosotros seréis confundidos.


Irán en pos de Yahvé, que rugirá como león, porque rugirá El y se precipitarán sus hijos desde el occidente,


“¿Has visto cómo se humilla Ajab ante mí? Porque se ha humillado ante mí, yo no haré venir el mal durante su vida; durante la vida de su hijo haré yo venir el mal sobre su casa.”


Y añadió: “El sacerdote Helcías me ha entregado este libro”; y lo leyó delante del rey.'


Por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado ante Dios al oír sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes; porque has rasgado tus vestiduras y has llorado ante Yahvé, también yo he oído, dice Yahvé,'


Juntáronse conmigo todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel por la prevaricación de los hijos de la cautividad. Yo estuve desolado hasta el sacrificio de la tarde;'


Se estremece mi carne por temor a ti, y temo tus juicios. Ayin


Alzada está tu mano, ¡oh Yahvé! no la ven; verán, confundidos, tu celo por el pueblo, y el fuego de tus enemigos los devorará.'


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