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Isaías 21:4 - Biblia Nacar-Colunga

4 Pasmóse mi corazón, el terror me invadió; la hora del crepúsculo, por mí deseada, se trocó para mí en espanto.'

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

4 Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 La cabeza me da vueltas y se me acelera el corazón; anhelaba que llegara la noche, pero ahora la oscuridad me da terror.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Ando perdido, cosas horribles me llenan de terror; el atardecer, que tanto esperaba, ahora me causa pánico.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Se me turba el corazón y el terror me sobrecoge; El crepúsculo anhelado se me convirtió en espanto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Mi corazón siente vértigo, el terror me espanta; el crepúsculo deseado se me ha convertido en horror.

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Isaías 21:4
19 Перекрёстные ссылки  

Pues aunque sean corno zarzas enmarañadas y están embebidos en su embriaguez, serán devorados enteramente como paja seca.


En aquellos momentos aparecieron los dedos de una mano de hombre que escribían delante del candelero, en el revoco de la pared del palacio real, viendo el rey el extremo de la mano que escribía.


El rey Baltasar dio un gran banquete a mil de sus príncipes, y con ellos se dio a beber vino.


Y emborracharé a sus grandes, a sus sabios, a sus jefes, a sus magistrados, a sus guerreros, y dormirán un sueño eterno, del que no despertarán, oráculo del Rey, cuyo nombre es Yahvé de los ejércitos.


En su fiebre, yo les prepararé la bebida, los embriagaré para que se adormilen y duerman el sueño eterno, del que no despertarán, oráculo de Yahvé.


Y añadió: “Sólo a mí ha invitado la reina Ester al banquete que ha dado al rey, y me ha invitado además para mañana en su casa con el rey.


a la mañana dirás: “¡Oh, si fuese de noche!” Y a la noche dirás: “¡Oh, si fuese de día!,” por el miedo que se apoderará de tu corazón y por lo que tus ojos verán.


Aquella misma noche fue muerto Baltasar, rey de los caldeos,


Como el águila que incita a su nidada revolotea sobre sus polluelos, así El extendió sus alas y los cogió, y los llevó sobre sus plumas.


Me tiembla el corazón dentro del pecho, asáltanme terrores de muerte.


Todos los convidados de Adonías se llenaron de miedo y, levantándose, fuéronse cada uno por su lado.


Me invade el temblor y el terror, me envuelve el espanto.


Ay mis entrañas, ay mis entrañas! ¡Desfallezco! ¡Paredes de mi corazón! ¡Mi corazón se agita! ¡No puedo callarme! Ya oigo el sonido de la trompeta, el estrépito de la batalla.


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