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Isaías 2:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 Está su tierra llena de ídolos; se prosternan ante la obra de sus manos, ante lo que sus dedos fabricaron.'

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

8 Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 La tierra está llena de ídolos. El pueblo rinde culto a cosas que hizo con sus propias manos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Su país está lleno de caballos y sus carros de guerra son numerosos. Su país está lleno de ídolos, pues se inclinan ante la obra de sus manos, ante la figura que modelaron sus dedos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Su tierra también está llena de ídolos: ¡Se postran ante la obra de sus propias manos, Delante de lo que han hecho sus mismos dedos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Su país está lleno de dioses: adoran la obra de sus manos, lo que hicieron sus dedos.

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Isaías 2:8
28 Перекрёстные ссылки  

El resto de los hombres que no murió de estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, dejando de adorar a los demonios, a los ídolos de oro y de plata, de bronce y de piedra y de madera, los cuales ni pueden ver, ni oír, ni andar;'


¿Dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se alcen ellos si pueden salvarte al tiempo de tu desventura! Pues tantos son tus dioses cuantas tus ciudades, ¡oh Judá! y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos son los altares a Baal.


que arrojaron al fuego a sus dioses, que no eran dioses, sino obra de la mano de los hombres, leños y piedra, y los destruyeron.


Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se consumía su espíritu viendo la ciudad llena de ídolos.


Buscad palabras y retornad a Yahvé, diciendo: Perdona toda iniquidad y acepta lo bueno, y pagaremos con el fruto de nuestros rediles1.


Y ahora continúan pecando; de su plata se hacen obras fundidas, ídolos de su invención, obra de artífices todo ello. Y a ellos dirigen la palabra, ofrecen sacrificios. ¡Hombres dando besos a los becerros!'


(10) Y yo hablé por los profetas, yo multipliqué la visión y por los profetas propuse parábolas.


Porque cuantas son tus ciudades, tantos son tus dioses, Judá, y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos fueron los altares alzados a la “ignominia,” altares para quemar incienso a Baal.


Encendidos de concupiscencia bajo el terebinto y bajo todo árbol frondoso, sacrificando niños en el lecho de los torrentes, en los huecos de las peñas?


Y no se volverá a los altares, obras de sus manos; no mirarán a lo que hicieron sus dedos, a las “asneras” ni a los cipos del sol.'


Hizo lo recto a los ojos de Yahvé, enteramente como había hecho Ozías, su padre; pero no entró, como él, en el templo de Yahvé. Seguía, sin embargo, la corrupción del pueblo.'


Allí serviréis a sus dioses, obra de las manos de los hombres, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.


Porque de Israel son, son obra de artífice, no son de Dios, y será llevado cautivo el día de Yahvé l el becerro de Samaría.


La palabra de Yahvé había sido dirigida por medio del profeta Jehú, hijo de Janani, contra Basa y contra su casa, no sólo por todo el mal que él había hecho a los ojos de Yahvé, irritándole con la obra de sus manos y haciéndose semejante a la casa de Jeroboam, sino también por haber destruido a la casa de Jeroboam.


Yahvé, Dios nuestro, otros señores, que no tú, se enseñorearon de nosotros; sólo por ti celebramos tu nombre,'


El ídolo es fundido por el artífice, el orfebre la reviste de oro y le adorna con cadenillas de plata.


He aquí que todos son nada, y su obra es nada, y sus ídolos, viento y vacuidad.


Y pronunciaré contra ellos mis sentencias por todas sus maldades, pues me abandonaron para incensar a dioses extraños y adorar la obra de sus manos.


Se alzaron cipos y “aseras” en todo collado alto y bajo todo árbol frondoso,


Traspasaron todos los mandamientos de Yahvé, su Dios, y se hicieron imágenes fundidas, dos becerros, “aseras,” y se postraron ante todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal.


(11) Y te quitaré de las manos tus hechicerías y no habrá más agüeros en ti.


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