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Isaías 13:18 - Biblia Nacar-Colunga

18 Y los arcos aplastarán a los mancebos, y no harán gracia al fruto del vientre ni tendrán sus ojos piedad de los niños.

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

18 Con arco tirarán a los niños, y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo perdonará a los hijos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Los ejércitos agresores traspasarán a los jóvenes con sus flechas. No tendrán misericordia de los indefensos bebés ni compasión de los niños».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Sus arcos tiran al suelo a los jóvenes, ni siquiera se compadecen del fruto de las entrañas y miran sin lástima a los niños.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Derribarán con sus arcos a los muchachos, Y no tendrán piedad del fruto del vientre, Ni su ojo perdonará a los niños.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Sus arcos acribillan a los jóvenes. No se compadecen del fruto del vientre, sus ojos no se apiadan de los niños.

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Isaías 13:18
18 Перекрёстные ссылки  

y los fijó en él hasta hacerle enrojecer; luego se puso a llorar. El le preguntó: “¿Por qué llora mi señor?” Y Elíseo le respondió: “Porque sé el mal que vas a hacer a los hijos de Israel: incendiarás sus ciudades fuertes, pasarás a cuchillo a sus mancebos, estrellarás a sus niños y abrirás el seno a sus preñadas.”


Trajo contra ellos el rey de los caldeos, que pasó a cuchillo a sus mancebos en la casa de su santuario, sin perdonar a mancebo ni a doncella, a viejo ni a encanecido. A todos los entregó en sus manos.


Así, pues, haré yo: no perdonará mi ojo, no tendré compasión, haré recaer sus obras sobre sus cabezas.


Sus hijos serán estrellados a sus ojos, sus casas incendiadas, sus mujeres violadas.


y, con todo, se fue prisionera al desierto, y sus niños fueron estrellados en las encrucijadas de todas sus calles, y sus nobles fueron echados a suertes, y sus grandes fueron cargados de cadenas.


(2) Sube un destructor frente a ti; guarda la plaza fuerte, escruta el camino, cíñete los lomos, concentra tu poder.'


Don de Yahvé son los hijos; es merced (suya) el fruto del vientre.'


No se quitan de sus lomos el cinturón, ni se desatan la correa de sus zapatos. Sus flechas son agudas, y tensos sus arcos. Los cascos de sus caballos son de pedernal, y las ruedas de sus carros un torbellino.


Ambas cosas te vendrán de repente, en un mismo día: la orfandad y la viudez en toda su plenitud vendrán sobre ti a pesar de tus numerosos agüeros y de tus poderosos encantamientos.


Su aljaba es como sepulcro abierto; todos ellos valerosos,'


Empuña el arco y el venablo, es cruel y despiadado; su estrépito es como el del mar enfurecido, y cabalga sobre caballos; está aparejado como hombre de guerra contra ti, hija de Sión.'


Da, pues, sus hijos al hambre y entrégalos al poder de la espada. Quédense sus mujeres sin hijos y viudas, y mueran sus maridos de peste, y sus mancebos traspasados por la espada en la guerra.


Por eso caerán sus jóvenes en sus plazas, y todos sus hombres de guerra perecerán aquel día.


Empuñan el arco y el venablo, son crueles y sin piedad. Su estrépito es como el mugido del mar; montan caballos, vienen con todos los pertrechos de guerra contra ti, hija de Babel.'


contigo aplasté hombres y mujeres, contigo aplasté viejos y niños, contigo aplasté mozos y doncellas,


Y he aquí que una segunda bestia, semejante a un oso, y que tenía en su boca entre los dientes tres costillas, se estaba a un lado, y le dijeron: Levántate a comer mucha carne.


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