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Hechos 22:4 - Biblia Nacar-Colunga

4 Perseguí de muerte esta doctrina, encadenando y encarcelando a hombres y mujeres,

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Biblia Reina Valera 1960

4 Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Perseguí a los seguidores del Camino, acosando a algunos hasta la muerte, y arresté tanto a hombres como a mujeres para arrojarlos en la cárcel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Así que perseguí a muerte a este camino e hice encadenar y meter en la cárcel a hombres y mujeres;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Yo perseguí a muerte este Camino, atando y entregando en cárceles a varones y también a mujeres,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Perseguí a muerte este Camino, apresé y encarcelé hombres y mujeres,

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Hechos 22:4
17 Перекрёстные ссылки  

Porque yo soy el menor de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la Iglesia de Dios.


y por el celo de ella, perseguidor de la Iglesia; según la justicia de la Ley, irreprensible.'


Te confieso que sirvo al Dios de mis padres con plena fe en todas las cosas escritas en la Ley y en los Profetas, según el camino que ellos llaman secta,


Pero hubo por aquellos días un alboroto no pequeño, a propósito del camino del Señor,


Pero así que algunos endurecidos e incrédulos comenzaron a maldecir del camino del Señor delante de la muchedumbre, se retiró de ellos, separando a los discípulos, y predicaba todos los días en la escuela de Tirano.


Este, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga; pero Priscila y Áquila que le oyeron, le tomaron aparte y le expusieron más completamente el camino de Dios.'


Ella nos seguía a Pablo y a nosotros, y gritando decía: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y os anuncian el camino de la salvación.


y cuantos le oían quedaban fuera de sí, diciendo: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía a cuantos invocaban este nombre, y que a esto venía aquí, para llevarlos atados a los sumos sacerdotes?


Sacándole fuera de la ciudad le apedreaban. Los testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo;'


En efecto, habéis oído mi conducta de otro tiempo en el judaísmo, cómo con gran furia perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba,


Muchos les seguirán en sus liviandades, y, por causa de ellos, será blasfemado el camino de la verdad.


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