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Hechos 13:10 - Biblia Nacar-Colunga

10 le dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de torcer los rectos caminos del Señor?

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

10 dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego dijo: «¡Tú, hijo del diablo, lleno de toda clase de engaño y fraude, y enemigo de todo lo bueno! ¿Nunca dejarás de distorsionar los caminos verdaderos del Señor?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 y le dijo: 'Tú, hijo del diablo, enemigo de todo bien, eres un sinvergüenza y no haces más que engañar. ¿Cuándo terminarás de torcer los rectos caminos del Señor?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad,° hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿no cesarás de trastornar° los caminos rectos del Señor?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 dijo: '¡Hombre lleno de toda superchería y de toda vileza, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de torcer los rectos caminos del Señor?

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Hechos 13:10
23 Перекрёстные ссылки  

Vosotros tenéis por padre al diablo, y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El es homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque la verdad no estaba en él. Cuando habla la mentira, habla de lo suyo propio, porque él es mentiroso y padre de la mentira.


No es que haya otro; lo que hay es que algunos os turban y pretenden pervertir el Evangelio de Cristo.'


Pero temo que como la serpiente engañó a Eva con su astucia, también corrompa vuestros pensamientos, apartándolos de la sinceridad y de la santidad debidas a Cristo.


el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino; la cizaña son los hijos del Maligno;'


¿Qué tendrá que ver ya Efraím con los ídolos? Yo, que le afligí, le haré dichoso. Por mí, que soy como ciprés, siempre verde, recogerá él sus frutos.


el que comete pecado, ése es del diablo, porque el diablo desde el principio peca. Y para esto apareció el Hijo de Dios, para destruir las obras del diablo.


¡Ay de vosotros, doctores de la Ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia, y ni entráis vosotros ni dejáis entrar!


Dejando la senda recta, se extraviaron, y siguieron el camino de Balam, hijo de Beor, que, buscando el salario de la iniquidad,


y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que enseñen doctrinas perversas para arrastrar a los discípulos en su seguimiento.


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros ni permitís entrar a los que querían entrar.


Porque del corazón provienen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias.


Como viera a muchos saduceos y fariseos venir a su bautismo, les dijo: Raza de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que os amenaza?


Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: “Enderezad e) camino del Señor,” según dijo el profeta Isaías.


El Señor le dijo: Mira, vosotros los fariseos limpiáis la copa y el plato por defuera, pero vuestro interior está lleno de rapiña y maldad.


No se mentará ya la “carga de Yahvé,” porque para cada cual la “carga” será su propia palabra, pues habéis pervertido la palabra del Dios vivo, Yahvé de los ejércitos, nuestro Dios.


Este mal hay en todo cuanto existe bajo el sol: que sea una misma la suerte de todos y que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal y de enloquecimiento durante la vida, y luego la muerte.


Su corazón se fortaleció en los caminos de Yahvé, e hizo también desaparecer de Judá los excelsos y las “aseras.”


Pues bien sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden los caminos de Yahvé y hagan justicia y juicio, para que cumpla Yahvé a Abraham cuanto le ha dicho.”


Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás a él el calcañal.”


para que ya no seamos niños, que fluctúan y se dejan llevar de todo viento de doctrina a capricho de los engaños de los hombres y de las astutas maquinaciones del error,


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