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Génesis 31:55 - Biblia Nacar-Colunga

55 -

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Biblia Reina Valera 1960

55 Y se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

55 Labán se levantó temprano a la mañana siguiente, besó a sus nietos y a sus hijas, y los bendijo. Después se marchó y regresó a su casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

55 Por la mañana madrugó Labán, y besó a sus hijos° y a sus hijas, y los bendijo; luego se puso en camino, y regresó Labán a su lugar.

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Génesis 31:55
18 Перекрёстные ссылки  

¡Sin dejarme siquiera abrazar a mis hijos y a mis hijas! Has obrado insensatamente.


Cuando Raquel parió a José, dijo Jacob a Labán: “Déjame irme a mi lugar, a mi tierra.


Fuese Yahvé después de haber hablado así a Abraham, y éste se volvió a su lugar.


Cuando los caminos del hombre son gratos a Yahvé, aun a los enemigos se concilia.


Cuando se levanta Dios para juzgar, para salvar a todos los oprimidos de la tierra. Seldh.


Y, alzando la voz, se pusieron otra vez a llorar. Después Orfa besó a su suegra; pero Rut se abrazó a ella.'


De cierto, Yahvé hará justicia a su pueblo y tendrá misericordia de sus siervos cuando vea que desapareció ya su fuerza


-(6) aunque Yahvé, tu Dios, no quiso oír a Balaán y mudó su maldición en bendición, porque Yahvé, tu Dios, te ama.


Partióse después Balaam y se volvió a su tierra, y también Balac se fue por su camino.


Balac dijo a Balaam: “¿Qué es lo que conmigo has hecho? Te he llamado para maldecir a mis enemigos, y no has hecho otra cosa que bendecirlos.”


¿Cómo voy a maldecir yo al que Dios no maldice? ¿Cómo voy a execrar yo al que Yahvé no execra?


Y Yahvé puso en boca de Balaam su palabra y añadió después: “Tórnate a Balac y dile esto.”


Esaú corrió a su encuentro, le abrazó, cayó sobre su cuello y le besó. Ambos lloraban.


Respondióle Labán y dijo a Jacob: “Las hijas, hijas mías son; los hijos son hijos míos; el ganado es mío también, y cuanto ves es mío; a estas mis hijas y a los hijos que han parido, ¿qué les haría yo hoy?'


Llamó, pues, Isaac a Jacob, y le bendijo, y le mandó: “No tomes mujer de entre las hijas de Canaán.


y bendecían a Rebeca, diciendo: “Hermana nuestra eres; que crezcas en millares de millares y se adueñe tu descendencia de las puertas de tus enemigos.”


Pero ahí tienes a tu siervo Quimam; que vaya él con el rey mi señor, y haz por él lo que quieras.” El rey le dijo: “Que venga conmigo Quimam, y yo haré por él cuanto tú quieras, y todo cuanto tú me pidas, yo te lo concederé.”


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